El prefecto Héctor Febres fue reconocido ayer por Angel Strazzeri como quien lo torturó cuando fue secuestrado y llevado a la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar. En un nuevo día en el juicio que se le sigue a Febres por los delitos de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino, varios testigos complicaron la situación del “gordo Daniel” o “Selva”, como se lo conocía en la ESMA.

“Allí funcionaba un centro de represión sistemático, existía la teoría militar de capturar a uno para que ese permitiera traer a cuatro o cinco más y la tortura era la forma fundamental para atrapar más gente”, graficó Víctor Fatala, otro de los sobrevivientes que declaró ayer ante el Tribunal Oral Federal Nº 5. Durante la audiencia, Fatala reconoció una foto del represor y ratificó la condición de mano de obra esclava a la que eran sometidos durante su cautiverio. Alfredo Ayala describió el procedimiento en el que lo secuestraron en 1977: “Me preguntaban dónde estaban las armas y yo jamás tuve armas”, aseguró. En los tribunales de Comodoro Py continuarán hoy los testimonios de quienes estuvieron detenidos en la ESMA.