Entre las pruebas usadas por el juez Daniel Rafecas para documentar la persecución y los secuestros del personal del Hospital Posadas, hay un informe elaborado por el Batallón 601 del Ejército. El material integra el Archivo de la ex Dirección de Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires (Dippba) y fue aportado por el Archivo Provincial por la Memoria. Se trata del legajo 6092, caratulado como “proceso en el Policlínico Posadas desde el año 1972 hasta la fecha” (agosto de 1976). Allí se hace referencia a las acciones llevadas adelante en el hospital entre el 28 y el 31 de marzo de 1976 y se mencionan las investigaciones efectuadas por el Batallón de Inteligencia sobre supuestas “actividades subversivas” en el hospital. El documento habla de la actividad gremial y de diferentes cambios en la dirección del establecimiento. También hace referencia al operativo que encabezó Bignone y señala que el Batallón 601 “se limitó al aporte de interrogadores en virtud de un requerimiento efectuado por ‘el Comando Cuerpo de Ejército 1 (G2)’”. Los espías analizaron diferentes hipótesis relacionadas con la “actividad subversiva” en el hospital. En ese sentido, estudiaron la militancia política de médicos, enfermeros y empleados. Y los calificaron como “activista de izquierda”, “dirigente sindical”, “elemento perturbador”, “reclutador de elementos de izquierda” o “activista virulento”, según creyeran que correspondía. También exploraron la existencia de una posta sanitaria de apoyo a alguna organización armada, de un quirófano clandestino y de un depósito de armas en la morgue. Finalmente concluyeron que, según un informe presentado por personal de la central de reunión que concurrió el día de la toma del hospital, no se encontraron “elementos” que permitieran establecer que el lugar hubiera funcionado como “un aguantadero”.