Las luces del salón se cortaron apenas se sentó. “Es una conspiración de los Estados Unidos”, bromeó Elisa Carrió. “Fue la CIA o el FBI”, se sumó Gerardo Conte Grand cuando se apagaron por segunda vez. Al final, la electricidad volvió y la líder de la Coalición Cívica pudo comenzar la conferencia de prensa en la que presentó una serie de propuestas al gobierno nacional, acompañadas por una buena dosis de críticas. “Estados Unidos es responsable de muchísimas cosas en el mundo. No me hubiera gustado abrazar a su presidente. Jamás después de Irak. Pero Estados Unidos no es responsable de la corrupción de los gobiernos de Argentina y Venezuela”, lanzó. También sostuvo que “la Argentina está mucho más violenta de lo que me imaginaba”. Cuando le preguntaron qué podía ocurrir, se sonrió. “Hace tiempo que no soy más profeta”, dijo, divertida.

De blanco, Lilita llegó al Hotel Feir’s Park escoltada por Gerardo Conte Grand y Alfonso Prat Gay. Entre el público estaban Enrique Olivera y Patricia Bullrich, recién llegada de Miami. Carrió empezó hablando de la “agenda constructiva” (ver aparte), pero rápidamente trazó un diagnóstico sobre “la decadencia institucional en su etapa final”. “La violencia de la que hablábamos hace dos meses se está entendiendo ahora. Y se va a agravar”, remarcó. La dirigente habló de cuatro violencias: “La inflación, la inseguridad, la pobreza y la ilimitada corrupción, que se ve por más que se inventen conspiraciones”.

Como hechos concretos, enumeró que “muere uno por mes por la interna sindical”, los casos de Héctor Febres y Jorge Julio López (“una persona que está sometida a juicio muere por cianuro y un testigo desaparece”), la toma del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense y la protesta de la Uocra: “La ciudad de Buenos Aires es un caos donde cualquiera corta la calle. No es Cutral-Có ni Mosconi, donde yo estuve, sino personas que cobran tres mil pesos”, destacó. Enseguida, aclaró que lo que mencionaba “está en el relato académico de la señora Presidenta y no en el de los medios, que no es real”. Fue una parodia a una frase de Cristina Kirchner.

“El sistema electoral es productor de violencia. No queremos hablar de las escandalosas elecciones pasadas. Queremos trabajar para que el voto popular sea respetado y no trampeado”, advirtió. “No se puede decir que no hay inseguridad porque si no la violencia nos va a atropellar”, insistió, tras dar cifras de robos y asesinatos. “La inflación es violencia sobre el salario y puede ser mucho más alta el año que viene”, pronosticó. “Mucha inversión va a dejar de venir a la Argentina. Las reglas económicas no pueden ser manejadas por Moreno”, consideró.

“Tampoco se puede proclamar la apertura y hacer desastres internacionales para garantizarse la impunidad. No es bueno cuando se usan las relaciones exteriores para encubrimientos personales”, disparó.

–¿Piensa dialogar con el embajador de Estados Unidos? –preguntó Página/12.

–No. Nunca lo tuvimos, salvo en raras ocasiones. Los que lo tuvieron diariamente son los que hoy lo desconocen. Pero no vamos a cometer el delirio político de hacer responsable a un Estado de un proceso judicial. Esto sólo se puede sostener en la Argentina de hoy, con la sociedad conyugal en funciones.

Por último, aclaró que en enero no se irá de vacaciones: habrá Carrió para rato.