ESPECTáCULOS
Los boleros como refugio trágico
Alejandra Radano y Giorgio Faelli, en tanto, explican cómo llegaron a este experimento que juega con el bolero.
Por H.C.
La actriz, cantante y bailarina Alejandra Radano (Chicago y Canciones degeneradas, un varieté con toques brechtianos, entre otras obras) y el actor y cantante Giorgio Faelli son los únicos intérpretes de Relaciones tropicales, la adaptación de René de Ceccatty que lleva temas musicales seleccionados por Gonzalo Demaría, con arreglos del pianista Marcelo Macri. Como apunta Radano, el espectáculo fue supervisado en su totalidad por Alfredo Arias, quien junto a Demaría utilizó sólo aquellos boleros “que pudieran servir a la historia”, según apunta Radano.
–¿Calificarían de temeraria esta vinculación de una novela del siglo XVIII con el bolero?
Giorgio Faelli: –No, porque a Alfredo le gusta hacer cosas originales y siempre muy diferentes de sus anteriores trabajos.
Alejandra Radano: –Yo le encuentro incluso fuertes conexiones: frases enteras de los boleros parecen arrancadas del texto de Choderlos.
–¿Cuándo comenzaron a trabajar con Arias?
G.F.: –Hace 21 años que me fui de la Argentina. Nací en San Luis, pero me formé en Córdoba. A Alfredo lo conocí en Francia, en 1995. Trabajé con él en El Fausto argentino y en El baile de la rosa, que estrenamos en Mónaco en 1997. Participé en otros espectáculos suyos en Montreal. Alfredo tiene la particularidad de observar muy detenidamente a la gente con la que piensa trabajar. Conserva una especie de lista, y sabe cuándo y para qué obra conviene convocar a uno u otro.
A.R.: –Yo estaba haciendo Chicago cuando Ricky Pashkus, mi maestro de danza, lo llevó a ver el espectáculo. Me propuso audicionar en París. Fui y me quedé para trabajar en la comedia musical Concha Bonita, donde acompañé a la cantante de rock Catherine Ringer, y participar de un festival de tango, en el que canté y bailé junto a Diego Bros. A partir de esas experiencias, me propuso el coprotagónico en Las relaciones tropicales.
–Donde interpretan a varios personajes...
G.F.: –Somos dos para todo. Yo hago los papeles de Valmont y de su rival Danceny, el joven enamorado de Cecile. Lo más complicado lo tiene Alejandra, con Merteuil, Tourvel y la adolescente Cecile Volanges.
A.R.: –La pareja protagónica de la novela es la que forman Merteuil y Valmont. Alfredo tomó a ellos y les adjudicó víctimas. Esta obra es un juego de engaños. En Cuarteto (de Heiner Müller), los protagonistas son El y Ella, personajes a los que la venganza destruye. Es interesante comparar las miradas que tuvieron autores y directores sobre una misma novela.
G.F.: –Yo no pude ver la película de Stephen Frears, pero hice de extra en Valmont, de Milos Forman, que se filmó mucho en Burdeos, donde viví en los ‘80. Cada director y adaptador le da su color a la novela, como Alfredo, que la cruza con el mundo de los boleros, en los que hay un poco de tragedia, pero también cierto humor, por sus exageraciones.
A.R.: –Para mí, hay tragedia cuando se le pide al ser amado que nos queme los ojos antes de decirnos que nunca volverá, o cuando se está dispuesto a cortarse las venas para demostrar cuánto se ama. El bolero expresa como ningún otro género el delirio y el desgarro del amor no correspondido.