Daniel Guido Pastore, uno de los libreros anticuarios más reconocidos de la Argentina, fue procesado por el juez federal Ariel Lijo, imputado por el intento de vender mapamundis e incunables del siglo XV que habían sido robados a la Biblioteca Nacional de España. Pastore es propietario de la librería anticuario Imago Mundi, que tiene su local en Arroyo 971, en el barrio porteño de Recoleta. En relación con el mismo hecho, también fueron procesados los uruguayos, radicados en Argentina, César Ovilio Gómez Rivero, sospechado de haber sido el ladrón de las reliquias haciéndose pasar por investigador histórico, y Washington Luis Pereira. Una fuente judicial le comentó a PáginaI12 que uno solo de los mapas tenía un valor de 110.000 euros. Por razones de seguridad, el juez Lijo los devolvió en forma inmediata a la Biblioteca Nacional de España, no bien se comprobó que se trataba de los objetos que habían sido robados allí.

Los objetos robados eran diez, pero sólo llegaron ocho a la Argentina. Los otros dos fueron encontrados a la venta en Australia y en Estados Unidos. Ahora la Justicia española está reclamando la extradición de los involucrados en el robo. Ese trámite está en el juzgado a cargo de Rodolfo Canicoba Corral. El juez Lijo procesó a Pastore y a los otros imputados como presuntos coautores del delito de “defraudación” en grado de “tentativa”, bajo la sospecha de haber querido vender ocho de las piezas sustraídas de la sala Cervantes, en Madrid. El artículo 173 inciso 9 del Código Penal castiga con penas de un mes a seis años de prisión a quien “vendiere o gravare o arrendare como propios, bienes ajenos”.

El robo fue descubierto el 24 de agosto de 2007 y constituyó el mayor golpe sufrido por la Biblioteca Nacional de España en su historia. La entonces directora, la escritora Rosa Regás, tuvo que presentar la renuncia al cargo, en medio de un escándalo. De la sala Cervantes, que guarda el mayor patrimonio cultural de España, saquearon diez libros, llevándose doce páginas con 19 grabados de Claudio Ptolomeo, el primer cartógrafo de la historia, Bartolomé García de Nodal y Pomponio Mela.

Entre otros, faltaba el primer mapamundi de la obra Cosmographia de Ptolomeo, editado en 1482 en Ulm, Alemania, tasado en unos 110.000 euros y otro de la obra Geographia, del mismo autor, con un valor cercano a los cien mil euros.