Miércoles, 27 de agosto de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › ANTE LA OCUPACIóN DE TRECE COLEGIOS, EL GOBIERNO PORTEñO PIDE “IDENTIFICAR” A LOS QUE PARTICIPAN EN LA TOMA
Estudiantes de trece colegios porteños toman las instalaciones en reclamo por el recorte en la cantidad de becas. El ministro Narodowski les pidió a los directores “que se comuniquen con los padres de los estudiantes para que los retiren de las escuelas”.
El recorte del 50 por ciento de las becas que otorga el Ministerio de Educación porteño a estudiantes de nivel medio es el punto en común del reclamo que los estudiantes de 13 escuelas secundarias de la ciudad llevan a cabo a través de la toma de los edificios escolares. Como respuesta, el Ministerio de Educación envió una circular a los directivos de las escuelas medias en las que les indica que, en los casos de escuelas tomadas, identifiquen a “las personas que ocupen el establecimiento al momento de la toma”, se comuniquen “con los padres de los alumnos para que los retiren de las escuelas” y establece que “ningún docente deberá permanecer en el establecimiento fuera del horario escolar”. Además ratificaron que cada día que se pierda por las medidas de fuerza de los alumnos se recuperará los días sábados o en un régimen especial de clases durante diciembre.
Los pioneros en la protesta fueron los alumnos del colegio Mariano Acosta. A mediados de julio iniciaron una toma de la escuela porque, de los 200 chicos que solicitaron las becas, sólo 48 las recibieron, medida que levantaron al inicio del receso invernal. El conflicto llegó a la Justicia porteña, luego de que el ministerio educativo radicara una denuncia por usurpación del espacio público.
Las clases se reanudaron pero la situación no se modificó: las 30 mil becas que entregarán este año no alcanzarán a cubrir las 60 mil solicitudes. Por eso, la medida de fuerza se extendió a cada vez más establecimientos secundarios de la ciudad. “Las becas no se negocian. Tienen que llegar a todos los alumnos que las solicitaron porque las necesitan”, sentenció Ana Walger, representante del centro de estudiantes de la Escuela de Cerámica, en el barrio de Almagro, que permanece tomada por sus alumnos desde el miércoles.
Allí se encontraba un numeroso grupo de estudiantes –en total son 306–. Algunos ocupaban una esquina del patio donde, si la tarde de ayer hubiese sido normal, hubiesen disfrutado de un par de minutos entre clase y clase. Otros custodiaban la puerta, aunque no impedían el ingreso. Allí, de 167 becas pedidas, sólo fueron entregadas 34.
La aplicación de la medida –producto de la decisión de los alumnos de ambos turnos del establecimiento porteño de Almagro, en asamblea– será por tiempo indeterminado, aunque los alumnos aseguraron que “en ningún momento perjudicó a ninguno de los niveles de técnicos y auxiliares” que también se dictan en el mismo espacio. Algo parecido sucedió en el Mariano Moreno, de Rivadavia al 3500, donde los estudiantes secundarios iniciaron una toma el lunes a las 19, aunque con permiso a los docentes para “continuar tomando los exámenes correspondientes al cierre del segundo trimestre”, describió Marcelo Ises, presidente del centro de estudiantes. No obstante, el adolescente subrayó que aquello no pudo ser llevado a cabo: “Vino la supervisora y prohibió a los profesores continuar en la escuela. Se tuvieron que ir”, relató. En el Mariano Moreno, sobre un total de 800 alumnos, solicitaron becas 520 y solo las recibieron 210.
Los colegios son dos de los 13 que ayer amanecieron bajo el “control” de sus alumnos. La lista se completa con los normales Nº 1, de Córdoba al 1900, y Nº 5, de Barracas, la escuela de música Juan Esnaola, la técnica Fernando Fader, y las medias Julio Cortázar, Mariano Moreno, Nicolás Avellaneda, Claudia Falcone, Carlos Pellegrini, Manuel Belgrano, Liceo Nº 3 y Mariano Acosta.
Si bien el tema de las becas es el punto de unión de todos los estudiantes en protesta, en la mayoría de los petitorios también figuran reclamos por el servicio de viandas –”entregan la mitad de lo que venía el año pasado y lo que llega lo hace incompleto”, denunció el presidente del centro del Mariano Moreno–, por arreglos en los edificios, aumento del salario de los docentes y aumento del presupuesto para educación.
Muchos de los establecimientos tomados recibieron la orden expresa de la Dirección de Area de Educación Media de suspender las clases, decisión que responde a “la incapacidad de garantizar la limpieza de las aulas al estar ocupadas las 24 horas”, señaló un vocero de la cartera educativa.
Esa cartera hizo circular una nota entre los directivos de todas las instituciones secundarias porteñas donde apuntó que “las tomas de escuelas hacen perder días de clase y perjudican a la mayoría de los alumnos” e instó a los directivos a que, ante una situación de esas características: “confeccionar un acta donde conste el estado del edificio escolar al momento de la toma” y a “comunicarse con los padres de los alumnos para que los retiren del establecimiento”.
Además, prohibió a los docentes permanecer en las escuelas mientras éstas estén tomadas y ratificaron que cada día de clase perdido será recuperado los sábados o durante las vacaciones estivales.
Informe: Ailín Bullentini.
“Las continuas amenazas, las solicitadas que prometen castigos y la judicialización de la protesta no han hecho más que echar leña al fuego. Lejos de dar respuesta a las demandas, ha aumentado la cantidad de escuelas ocupadas pacíficamente.” Así evaluaron los miembros de la Unión de Trabajadores de la Educación-Ctera Capital las respuestas que tuvo el gobierno porteño a las tomas de las escuelas secundarias llevadas a cabo por los estudiantes. En el mismo mensaje, denunciaron la “política excluyente del Ministerio de Educación, que pone en riesgo la continuidad de la tarea educativa, aumenta la pérdida de días de clase y genera enfrentamientos en la comunidad educativa”, y convocaron a una movilización al edificio de la cartera educativa, para el viernes a las 14.30.
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