Los cartoneros serán parte del sistema de recolección de residuos en la ciudad de Buenos Aires, si la Legislatura aprueba el proyecto que presentó ayer el ministro de Ambiente y Espacio Público, Juan Pablo Piccardo. Tal como adelantó PáginaI12 el 10 de agosto, el mecanismo propuesto para el servicio de higiene urbana incluye, por un lado, la recolección de residuos por parte de las empresas, y por otro, los materiales secos, potencialmente reciclables, serán recolectados “puerta a puerta” por los cartoneros, para quienes se diseñó un “plan de inclusión”. El macrismo también incorporó un cambio en el pliego: ya no propone pagar a las empresas por toneladas recogidas únicamente sino mediante un mix que contempla el actual concepto de área limpia y el peso de la basura recolectada. De esta manera, podría decirse que el gobierno escuchó, parcialmente, el reclamo de la oposición.

La actual concesión vence en febrero y el gobierno de Mauricio macri propone que la futura concesión sea por diez años. Por eso, el pliego debe ser aprobado por la Legislatura, que llamó a una audiencia pública para el 1º de octubre.

Ayer, Piccardo presentó ante los legisladores su proyecto, que contempla la formalización de los 4800 cartoneros que fueron empadronados en los últimos dos meses. De acuerdo con la propuesta, tendrán obra social, aportes jubilatorios, uniformes, guarderías para los niños, boleto cartonero y premios por área limpia. El gobierno proveerá de camiones para transportar los materiales que ellos recogerán, por un lado, en los grandes generadores (oficinas, shoppings, hoteles) y en las viviendas, puerta a puerta.

“Este es el momento de cumplir con la ley de Basura Cero”, afirmó Piccardo en relación con la norma que obliga a reducir la cantidad de basura que llega a los rellenos del conurbano. “El gobierno ya no delegará el reciclado en las empresas. Se hará cargo de la construcción de los centros verdes que faltan”, agregó el jefe de gabinete del ministerio, Fabián Rodríguez Simón.

Para el pago del servicio, el gobierno incorporó un sistema mixto: en un 64 por ciento se aplicará el mecanismo denominado “área limpia”, aplicado actualmente, y un 36 por ciento restante por el cuestionado sistema de tonelaje. Hasta ahora, Piccardo cuestionaba el sistema por área limpia porque sostenía que era imposible de controlar.

Desde Greenpeace, Eugenia Testa cuestionó el sistema de tonelaje al sostener que “estimula a las empresas a recoger más basura, lo que va en contra de la ley de Basura Cero, que apunta a la reducción”.

El diputado kirchnerista Pablo Failde evaluó que la presentación de Piccardo “es un mero retoque cosmético del proyecto inicial porque el negocio sigue estando en manos de las empresas recolectoras, no se integra en forma clara a los cartoneros y se eliminan los contenedores para residuos secos”. Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires) opinó que “si bien el Ejecutivo retrocedió en su planteo inicial, hay muchos aspectos que no están claros, porque el gobierno sigue improvisando”. Por su parte, Gabriela Cerruti y Juan Cabandié ratificaron el proyecto alternativo que presentaron, en el cual se pone un fuerte acento en el reciclado.