La causa por el triple crimen de General Rodríguez sigue generando pistas que pueden echar luz sobre el caso. Ayer, la fiscalía de Mercedes incorporó dos llamadas registradas el 7 de agosto pasado, el día en que fueron secuestrados los tres empresarios asesinados. Los teléfonos pertenecían a las propias víctimas –uno de ellos es Sebastián Forza– y las comunicaciones se habrían hecho en Buenos Aires, cuando los empresarios ya estaban bajo control de sus secuestradores. De ser así, en algún momento los prisioneros, o sus celulares, habrían sido trasladados a Capital desde General Rodríguez, la localidad donde seis días después aparecieron sus cadáveres. Ambas llamadas fueron hechas a personas que están mencionadas en la investigación. Para los fiscales, la pesquisa recién empieza. “Faltan hacer 14.200 cruces telefónicos”, reconoció a Página/12 Miguel Angel Pierri, abogado de la viuda de Sebastián Forza.

La primera llamada fue realizada a las 16.30 y ninguna fuente acepta revelar de quién era el celular. Lo cierto es que los teléfonos móviles de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina habían sido apagados media ahora antes, según indica una investigación paralela a la instrucción de la causa, que ha pasado de Capital Federal al partido bonaerense de Mercedes. Según pudo comprobarse, el celular registra señal en una esquina del partido de Moreno, y luego se traslada hacia la Capital Federal. En el transcurso, aparece una llamada a una persona, que está nombrada en la causa, pero está libre.

El dato fue corroborado en el cruce de llamados ordenados por los fiscales de Mercedes, Juan Ignacio Bidone y Daniel Vivanco. Los investigadores creen que el dueño estaba junto al aparato, algo que estaría corroborado por los dichos de un testigo que ya declaró en la causa, y la hipótesis es que este empresario salió del lugar donde estaba cautivo para intentar resolver algún tema referido al secuestro, mientras los otros dos permanecían allí.

También resulta sorprendente el segundo llamado, realizado por Sebastián Forza. Ocurrió a las 20.20. “Fue un llamado del celular de Forza a alguien que figura en la causa. Son 300 segundos de conversación”, contó a este diario el abogado de la viuda de Forza, quien recordó que el empresario había llamado a su esposa “para pedirle ayuda”, a las 16, pero ella no pudo contestar.

“Este es un tema trascendental que ha cambiado toda la información que teníamos”, afirmó Pierri, quien asegura haber alertado sobre la existencia de estas llamadas a la fiscal porteña Ana Yacobucci, quien luego se declaró incompetente.

En tanto, Solange Bellone declaró por primera vez en Mercedes, donde estuvo entre las 9 y las 18, y tuvo oportunidad de ver los videos extraídos del celular de Ferrón. Según fuentes judiciales, se escuchan las voces “de dos o tres personas distintas” que discuten “en un tono bastante fuerte, hablan sobre un restaurante y dicen el nombre de una persona (Nicolás) que aún no sabemos quién es”. Según la fuente, en un momento se escucha a alguien decir: “Entonces no me den nada, hermano”.

Al salir de la fiscalía, Bellone explicó que “el audio es muy raro y se escucha una conversación, pero no quedaba muy claro qué era. Y los videos no eran de un lugar, era una toma que podría ser un piso”. Sobre el resto de la declaración, la viuda aseguró: “Me consultaron por algunos teléfonos, otras declaraciones mías anteriores. En realidad no pude aportar ningún dato nuevo. Sólo pude armar un poquito el recorrido de los últimos días de Sebastián con algunos llamados y horarios. Aproveché para interiorizarme de algunas cosas. Y al ver el trabajo del fiscal, estoy más esperanzada que nunca”. Las otras dos viudas declararían este viernes. Ayer el abogado de ellas, Rubén Ramírez, dijo que los asesinos llevan “112 días de ventaja”.