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Mientras el polémico padre Julio César Grassi pasaba su cuarto día en una celda común de la DDI de Morón, la Justicia dispuso custodia policial para dos testigos que tras declarar en su contra denunciaron haber recibido amenazas telefónicas y personales. El fiscal del caso, Adrián Flores, sostuvo que no estaba previsto realizar un careo entre el polémico cura, fundador de la Fundación Felices los Niños, y “Gabriel”, nombre ficticio del joven que lo denunció. En cambio, Flores informó que desde hoy el cura será sometido a una serie de pericias psiquiátricas y psicológicas para determinar sus características mentales, luego de ser acusado de abuso deshonesto y corrupción de menores, agravados por su condición de religioso y tutor de las víctimas.
“Ojo con lo que dicen del padre, los vamos a hacer boleta”, fue la amenaza recibida por uno de los testigos que prestaron declaración por el caso, según fuentes judiciales. En realidad, la fiscalía de Adrián Flores recibió ya cinco denuncias de amenazas contra otros tantos testigos que declararon en contra del padre Grassi. Ayer fue la última. “Entre las personas amenazadas –aseguró la misma fuente– están los testigos directos, y en otros casos los familiares de los testigos. Algunas de las amenazas fueron telefónicas y otras en persona.” El viernes pasado, el titular del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Norberto Liwsky, había confirmado que varios menores alojados en la fundación habían denunciado haber recibido amenazas de parte de trabajadores de la institución para no hablar con la prensa sobre el tema. Por ese motivo, Flores ordenó custodia policial en el caso de dos de los testigos.
El fiscal confirmó que durante esta semana Grassi será sometido a pericias psiquiátricas y psicológicas para determinar su perfil psicológico. Los peritajes serán realizados por peritos oficiales del Poder Judicial de Morón. Según el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, “habría existido una costumbre o un patrón de conducta” de Grassi con perfiles de abuso sobre algunos de los chicos internados en la Fundación Felices los Niños. Además, Flores pidió a la Iglesia informes sobre la carrera del cura detenido. El material apunta a reconstruir su legajo.
Grassi cumplía ayer su cuarto día en una celda común de la Delegación Departamental de Investigaciones de Morón, ubicada en la localidad bonaerense de Merlo. Tras la emisión del programa “Telenoche Investiga”, el miércoles pasado, durante el cual “Gabriel” relató cómo el padre Grassi lo obligó a mantener sexo oral, el jueves el cura se presentó ante el juez Alfredo Meade para quedar detenido. Previamente, el fundador de Felices los Niños se había presentado ante las cámaras de Canal 9, el miércoles por la noche, para sostener su inocencia. Lo mismo declaró cuando se presentó ante el juez, además de asegurar que las acusaciones eran parte de una campaña extorsiva en su contra llevada adelante por ex empleados de la fundación.
Luego de ser detenido, se desató una guerra mediática, especialmente televisiva, por ofrecer primicias sobre el caso. A tal punto que el propio Nieva Woodgate debió alertar afirmando que no le parecía “prudente” que la investigación judicial “se transforme en una suerte de juicio popular”. El fiscal general también relativizó que la culpabilidad del cura estuviera ya definida. “Sería muy aventurado confirmar a esta altura –sostuvo el fiscal general– que el padre Julio Grassi tiene culpabilidad en los hechos que ahora se le están imputando.”