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En la provincia de Buenos Aires, el 40 por ciento de las embarazadas no se somete a controles médicos hasta el segundo trimestre de gestación, mientras que el 24 por ciento dijo haberse practicado el primero recién al tercer mes. Además, sólo el 20 por ciento de las gestantes realizó entre una y cuatro consultas obstétricas a lo largo de todo el embarazo. Las cifras, que indican una notable tendencia a desconocer o desestimar las posibilidades que el control precoz abre para la madre y el bebé, son el resultado de una encuesta realizada por el Ministerio de Salud bonaerense a 10.453 mujeres, quienes conformaron el 95 por ciento de las que, en septiembre de 2008, dieron a luz a sus hijos en hospitales públicos. El panorama que trazan los números llevó a que el Ministerio de Salud y el de Infraestructura de la provincia impulsen la creación de un boleto social, puesto que “en buena parte de los casos, a la falta de información se suma la imposibilidad material de las mujeres de escasos recursos de acercarse a un centro de salud”, dijo el titular de Salud, Ricardo Zin.

La cartera sanitaria bonaerense recordó que la falta de controles durante todo el embarazo incrementa los riesgos de que la madre transmita al bebé patologías como VIH, sífilis y anemia, cuadros en muchos casos evitables o mejorables con una atención médica adecuada. Zin destacó que los registros también muestran que 841 encuestadas “comenzaron a controlar su embarazo en el sexto y séptimo mes, lo que implica un riesgo enorme por el solo hecho de desconocer cómo fue la evolución de esa gestación”.

“El estudio se hizo para contar con información actualizada en corto tiempo, de manera que permitiera planificar acciones con precisión, pero arrojó también algunos resultados que no esperábamos”, explicó a Página/12 Perla Farinato, coordinadora obstétrica del Subprograma de Perinatología del Ministerio de Salud.

“En distritos como La Matanza y Lomas de Zamora –reveló–, muchas mujeres declararon que preferían ir a tener el parto en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, pero no por estar disconformes con el hospital que les corresponde por área geográfica, sino por cuestiones como la facilidad para viajar: en muchos casos, la existencia de un colectivo con un recorrido más directo termina produciendo corredores sanitarios. Eso también puede influir cuando una mujer tiene dificultades económicas y elige el hospital al que resulta más barato llegar.”

La edad promedio de las encuestadas rondó los 24 años, lo que habla de un predominio de madres jóvenes. La información, parte de la cual aún está siendo procesada, servirá para “poner en la agenda de muchos jefes de servicio la importancia del control perinatal”, agregó Farinato.