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Cereales tradicionales de las culturas indígenas de América latina, que fueron arrasados con la llegada de los españoles, fueron recuperados en los últimos años por su alto valor nutritivo y en propiedades difíciles de encontrar en otros productos.

La quinoa y el amaranto fueron calificados como los mejores alimentos de origen vegetal para el consumo humano en un estudio realizado en 1975 por la Academia de Ciencias de Estados Unidos.

Mientras la chía es una fuente de Omega 3, de fibra soluble, insoluble y de antioxidantes, la quinoa y el amaranto concentran proteína vegetal económica, de alto valor nutricional e importante presencia de aminoácidos. Empezaron consumiéndose en dietéticas en forma de granos o en productos como galletitas, y ya se lanzan al mercado masivo en variedad de formatos. Muchos chefs de todo el mundo usan la quinoa para preparar los más diversos platos y algunas empresas lo usan para preparar bebidas. También hay barras de quinoa en el país.

Hace poco más de un año, muy tímidamente algunas góndolas de supermercados, gimnasios y dietéticas empezaron a comercializar las barras de quinoa de Naturecrops, las primeras con estas características. ¿Por qué hacer barras con quinoa? La historia tiene unos años. La madre de Martín Loeb, gerente de Naturecrops, es macrobiótica y ya comía quinoa hace 20 años. “Desde que tengo uso de razón como quinoa. De chico le escapaba al asunto porque no era milanesa con puré, pero era parte de la dieta de mi casa. Y después descubrí que es un producto súper fiel y mezclable con muchas cosas... Reemplaza puré, arroz...”