Martes, 15 de septiembre de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › EN LA CAUSA POR TRABAJO INFANTIL EN FINCAS BONAERENSES
“El común denominador es la manipulación de agrotóxicos, el trabajo infantil y los reclamos salariales.” Las palabras de Oscar Taboada resumen las condiciones de trabajo de las familias productoras en las 70 granjas avícolas de una empresa dedicada a la producción de huevos, en la provincia de Buenos Aires. Ayer, su voz sonó junto con la de otros compañeros en una de esas granjas, junto a integrantes de la cooperativa La Alameda –una agrupación que viene denunciando casos de trabajo esclavo– en una jornada de protesta, en la localidad bonaerense de Pilar. El motivo fue reclamar por la reincorporación de cuatro trabajadores despedidos por denunciar aquellas condiciones laborales que “aún siguen vigentes”, aseguró Agustín Navarro Farías, delegado de los granjeros y último despedido.
La concentración comenzó a las siete de la mañana cuando los camiones de la empresa Nuestra Huella SA debían llegar para ingresar el alimento para los animales –con aditivos para que las gallinas pongan mayor cantidad de huevos, según comentaron los trabajadores– y retirar la producción del fin de semana, que es la más numerosa.
Farías llegó desde Paraguay hace tres años para trabajar en la empresa y hace un año lo enviaron a la granja La Escondida, donde también vive con su esposa y sus tres hijos en “un casita con una cocina y una pieza”, contó. Pero si continúa bajo techo es por un amparo judicial, porque cuando hace dos semanas sus compañeros de granja lo eligieron delegado de la Unión de Trabajadores de Granjas Avícolas (Utga) “al otro día la empresa me echó”, aseguró. Su despido se sumaba al de Oscar Taboada, María Soledad Garzón y Marisol Díaz Mereles, esposa de Farías y madre de la niña de un año que sufre de un rinón multiquistósico, presunta consecuencia de la manipulación de agroquímicos, según los pediatras del Hospital Garrahan. “Deberíamos llevarla al hospital tres veces al mes, pero en la granja no nos permiten salir. No nos dan días francos”, agregó Farías.
Problemas de salud como los de la hija de Farías o la de hija menor de Taboada –denunciado por Página/12 en enero– también son los argumentos que llevaron a la protesta de hoy en las puertas de la granja en Pilar. Pero a pesar de las distintas denuncias, los dueños de la empresa productora de huevos que abastece a las principales cadenas de supermercados no parecen cambiar de opinión. “Cuando me echaron vino la presidenta de la empresa y dijo: así como el paraguayo empezó a reclamar y lo despedimos, al primero que siga reclamando lo pongo de patitas en la calle”, denunció el delegado gremial. La oportunidad de acordar se presentó en la tarde de ayer cuando en la delegación de Pilar del Ministerio de Trabajo se reunieron los representantes de la Utga, abogados de La Alameda y de la empresa. Pero la reunión “fue un fracaso porque la empresa se negó a reconocer los reclamos”, según reveló el titular de la cooperativa La Alameda –que acompaña a los trabajadores desde el inicio de las denuncias, a fines de 2008–, Gustavo Vera.
Entre los reclamos que la empresa se niega a reconocer está el pago de los haberes adeudados por trabajar durante 20 días, ocho horas a la noche, además de doce horas durante el día. El bloqueo se levantó a las seis de la tarde, pero según Taboada los trabajadores “vamos a seguir hasta el final, hasta que los dueños queden presos”.
Informe: Nahuel Lag.
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