Una tragedia inexplicable, ocurrida el viernes por la noche en Mar del Plata, motivó ayer la realización de peritajes en un edificio ubicado en Corrientes 1620, cerca del cruce con la avenida Colón. Desde el quinto piso cayó el postigo de una ventana y produjo la muerte de Ismael Fonseca, un adolescente de 17 años, oriundo de Mar del Plata, que pasaba por el lugar. El accidente ocurrió cerca de las 20 y conmocionó tanto a turistas como a lugareños. El secretario de Planeamiento Urbano de General Pueyrredón, José Luis Castorina, hizo saber ayer que funcionarios del área de Defensa Civil realizaron una constatación en todos los postigos del edificio, de diez pisos, para verificar el estado del mantenimiento de ellos y de la estructura general para prevenir hechos similares.

El joven Fonseca murió poco después del accidente. El postigo lo golpeó en la cabeza y le produjo una fractura de cráneo. El chico, que vestía un short y una camiseta de River Plate, estaba solo y fue llevado en gravísimo estado al Hospital Interzonal General de Agudos, donde falleció a poco de ingresar. El joven iba por la vereda y el postigo cayó de un departamento cuyo propietario es Rafael López, de 60 años, un hombre que vive en Pergamino y que estaba veraneando con su esposa y su hijo.

Cuando tomó conocimiento de la tragedia desatada por la caída del postigo de la ventana, López sufrió una descompensación y tuvo que ser llevado a un centro asistencial, donde le dieron el alta recién ayer por la mañana. Al conocerse el hecho, concurrió al lugar el jefe de la distrital centro de Mar del Plata, Gustavo Salvá, y el secretario Castorina. En el caso intervino la fiscal de Delitos Culposos, María Teresa Martínez Ruiz, quien ordenó diversas diligencias y peritajes.

Cuando ocurrió el hecho estaban abiertos la mayoría de los postigos del edificio, pero no había viento que pudiera haber provocado la caída del postigo. El caso fue caratulado inicialmente como “averiguación de causales de muerte” y no tiene imputados por el momento. La hipótesis que se maneja apunta a que algún tornillo de una de las bisagras del postigo podría haber estado algo flojo y al intentar cerrarlo el dueño del departamento, el elemento se soltó y cayó al vacío. El edificio está ubicado entre avenida Luro y la peatonal San Martín, a 200 metros de la playa Bristol, en el corazón del centro marplatense, una zona muy transitada, sobre todo durante la temporada alta.