Viernes, 24 de diciembre de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › LA TEMPERATURA MAXIMA LLEGO A 36º Y SE DECLARO EL ALERTA NARANJA
Chaparrones y un descenso de temperatura aliviarán momentáneamente el horno a microondas en que se transformó la ciudad y buena parte del país. El alerta pasó de amarillo a naranja. Indicaciones precisas sobre el modo de tratar el golpe de calor.
Las altas temperaturas no dieron tregua en gran parte del país: la máxima rozó ayer los 36 grados en el área metropolitana. Y como consecuencia, crecieron un 15 por ciento los auxilios del SAME por golpes de calor. Frente al fenómeno agobiante el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) declaró el “alerta naranja” en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, por el cual es “necesario cumplir” con las normas del Ministerio de Salud de la Nación frente a las olas de calor. En ese sentido, la cartera nacional recomendó a la población, en especial niños, embarazadas y personas mayores de 65 años, “tomar mucha agua durante todo el día y consumir alimentos frescos, como frutas y verduras”, entre otras medidas. El SMN especulaba que durante la madrugada (ya cerrada esta edición) podría producirse un descenso de unos 7 grados que lleve la mínima a 19. Pero el alivio será pasajero, sólo en las primeras horas, y para el resto del día se espera una máxima de 33 grados, según el SMN. En la ciudad, el verano intenso se mantendrá en los próximos días.
El calor fue el peor aliado en la calle; sólo fue celebrado por los que pudieron aplacar las máximas en piletas. Esta situación podría replicarse en la víspera de Navidad: “Las altas temperaturas se van a mantener por los próximos días con algunas variaciones (a lo largo de las jornadas)”, adelantó Luis Rosso, gerente de Servicio a la Comunidad del SMN. Además precisó que “el calor aumentará el lunes y martes”. Para Navidad, el pronóstico anunció una mínima de 19 y una máxima de 35.
El aumento de la temperatura provocó un incremento de un 15 por ciento aproximadamente en los auxilios del SAME, informó a Página/12 Elena González Moreira, supervisora de guardia. Según relató, los auxilios se registraron entre la gente que aguardaba por las demoras del ferrocarril en la estación Constitución y en las colas en los bancos porteños, entre otros lugares. “Hubo desmayos, pérdidas de conocimiento, baja de azúcar en sangre y de hipertensión”, precisó la mujer.
Fuentes médicas explicaron que un “golpe de calor” significa un “aumento de temperatura que hace que el cuerpo transpire mucho más, se pierda más agua y sal de la habitual”. Para evitarlo, el ministerio recomendó además protegerse del sol con un sombrero o usando sombrilla, ponerse cremas de protección solar, de factor 15 o más, y usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros. Para los lactantes y niños, recomendó darle el pecho con más frecuencia, que beban agua fresca y segura, que estén en lugares frescos y ventilados, y mojarles el cuerpo con agua fresca.
Llevar adelante las medidas de prevención es necesario y es obligatorio en los grupos de riesgo. El SMN cambió el alerta amarillo por el “naranja” –uno más en la escala– que implica un efecto “moderado/alto” sobre la mortalidad y por el cual es “necesario cumplir con las normas dadas” por el ministerio frente a las olas de calor”.
La ola de calor está definida tanto por temperaturas máximas altas como por las mínimas, las que deben ser superiores a los 20 grados durante tres o cuatro días consecutivos. En ese sentido, Rosso explicó que “no estamos técnicamente frente a una ola de calor, porque se requiere para ello de temperaturas mínimas más altas de las que hay”.
En ese sentido, ayer por la noche se esperaba la aproximación de una línea de tormenta que se desplaza por el centro del país. Esa situación se estimaba que produciría un descenso de la mínima a 19 grados. De no reducirse la temperatura, la baja rondaría los 24. “Esperamos ráfagas de viento y baja de temperatura. Hay probabilidad de chaparrón en algún sector de la ciudad”, dijo Rosso al cierre de esta edición.
Entonces, de producirse ese fenómeno, habría un pequeño alivio a la situación. Frente a ese descenso, explicó: “Si bien se alivia un poco, esperamos para este fin de semana mínimas de 20 y máximas de 32 grados. Se estima que esta situación se torne más crítica el lunes y martes, con temperaturas mínimas de 22 y máximas de 35 grados aproximadamente”.
En diálogo con este diario, Rosso adelantó que “hasta el jueves el cielo estará despejado a algo nublado, y las temperaturas mínimas serán de 22 y máximas de entre 30 y 35”. Aclaró que habría una variación de temperatura por el pasaje de algún sistema de vientos, aunque aseguró que se “mantendrán las altas temperaturas”.
Entre los síntomas de alerta figuran dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente, somnolencia y respiración alterada. Frente a estos indicadores, es imprescindible hacer la consulta médica, informó el ministerio.
Informe: Soledad Arréguez Manozzo.
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