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Esquel continúa con las marchas contra la instalación de una mina de oro. El gran blanco de los pobladores es Meridian Gold, una empresa de capitales canadienses dueña del proyecto de El Desquite, una mina de oro cuya construcción podría provocar dueños ambientales. Ayer unas 2000 personas del lugar volvieron a movilizarse para impedir la obra. Hicieron una serie de escraches frente al domicilio de la empresa, ante la intendencia y frente al Concejo Deliberante local.
La voz de alerta sobre las complicaciones ambientales que podría provocar la instalación de la mina, fue dada por Greenpeace. En un informe técnico la organización ambientalista denunció una serie de efectos contaminantes del proyecto: “la minería de oro con lixiviación de cianuro –indica el informe– no es una práctica sustentable y que, por el contrario, depreda los recursos naturales no renovables y deja un eterno legado de contaminación y amenaza ambiental”.
Justamente por esto varias comunidades de Chubut se trasladaron ayer hacia Esquel para apoyar el reclamo. El flujo de gente contó con participantes de las localidades de Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo y, también, de El Bolsón. Después de las dos de la tarde, frente a la plaza General San Martín se reunieron para darle un cierre a la protesta. Nadie leyó nada, ni se hicieron discursos, sólo se mencionaron las adhesiones de las agrupaciones, de vecinos y de Greenpeace contra la instalación de la mina.