SOCIEDAD › PIDEN DETENER A IRENE HURTIG POR EL CASO BELSUNCE

Un pedido “sorpresivo”

Dos fiscales pidieron la detención de la media hermana de María Marta García Belsunce, por participación en el crimen. También la indagatoria de un vigilador e investigar al fiscal Romero Victorica.

 Por Horacio Cecchi

Sorpresivamente, dos fiscales de la UFI 2 de Pilar, Daniel Márquez y Leonardo Loiterstein, pidieron al juez de Garantías Nº 2 de San Isidro, Ricardo Costa, la orden para detener a Irene Hurtig, media hermana de María Marta García Belsunce, acusada de haber participado en su asesinato por el que ya recibió perpetua el viudo Carlos Carrascosa. La sorpresa, cabe aclararlo, no es para la causa sino, supuestamente, para los abogados de la familia, quienes cargaron contra la fiscalía y sus “cambios de dirección a la causa sin fundamentos”. Al pedido de detención de Hurtig se suma el pedido de indagatoria al vigilador José Ortiz, a quien suman a la lista de acusados por encubrimiento agravado: dos Hurtig que no son Irene –Constantino, su padre, y John, su hermano–; Guillermo Bártoli, que es su marido; el hermano de MM, Horacio García Belsunce (h); el amigo Sergio Binello, la masajista Betty Michelini y el médico Juan Gauvry Gordon, quienes ya están acusados por encubrimiento agravado, y serán juzgados desde el miércoles próximo en juicio oral. Muy probablemente al iniciar el debate la fiscalía amplíe la acusación contra Bártoli a la de partícipe en el crimen. Los fiscales también pidieron que se investigue el posible encubrimiento del fiscal de Casación nacional Juan Martín Romero Victorica.

No debiera ser sorpresa para la causa, ya que la situación de IH era, como quien dice en la calle, algo más que difícil. Pese a que había llegado hasta la fecha procesalmente indemne, el fiscal Diego Molina Pico había pedido en su alegato que se la investigara. Según la declaración de IH en el juicio de 2007, el día de la muerte de MM (27 de octubre de 2002) había seguido en su auto a su marido Bártoli desde su casa hasta la de MM, luego del llamado de Carrascosa pidiendo auxilio al grito de “María Marta tuvo un accidente”. También aceptó que corrió a la casa de un médico amigo del country Carmel en busca de ayuda, pero que no lo encontró.

El fiscal Molina Pico se basó especialmente en una desgrabación del audio de la llamada de Carrascosa a OSDE, y en un cronograma horario milimetrado casi al segundo. En la desgrabación se escuchan dos voces de fondo a la de Carrascosa, la de un hombre y la de una mujer. Según el peritaje de Gendarmería, la voz del hombre corresponde a la de Bártoli, cuestión que luego él mismo reconoció como propia. La de la mujer, Molina la supuso como la de Irene H, aunque los peritos no pudieron encontrar los patrones para comparar. Pero sólo la comprobación de Bártoli ya desmoronó la pretensión de la defensa, ya que en el horario en que se escuchaba su voz la defensa había sostenido que Bártoli no había llegado aún, e Irene, que llegaba detrás suyo, aún menos podría.

Para peor, después del juicio, Bártoli pidió que le aplicaran una probation para lo que reconoció el encubrimiento, pedido que le fue rechazado.

Pero el fiscal también sugirió que en el único lugar donde podía estar Irene Hurtig en el momento del crimen era en la propia escena donde baleaban a MM. De la lectura del audio (ver aparte), Molina Pico dedujo que ya sabían que MM estaba muerta, con lo que la versión del intento de resurrección quedaba como parte de la estratagema de encubrimiento, y que no había intención de ayuda sino de ocultamiento, al escucharse el apuro por escapar del lugar.

También pidió en su momento la investigación sobre el vigilador José Ortiz, que es quien se dirigió desde la guardia hasta la casa de Carrascosa para tocar el timbre y anunciar que había llegado la masajista Betty Michelini. Ortiz había declarado que vio a Carrascosa entrando a la casa, pero lo que sostuvo Molina Pico es que mintió, y que en realidad, de acuerdo a la pormenorizada grilla horaria que había desarrollado, el vigilador vio a Carrascosa pero no entrando sino saliendo, lo que afirmaba su hipótesis de que acababa de cometer el crimen y se dirigía al Club House con la idea de hacerse ver.

También Romero Victorica tuvo su pedido de investigación en su contra al cierre del juicio. Molina Pico lo señaló por el silencio que mantuvo, luego de enterado de la existencia del célebre pituto.

La Casación bonaerense, sin acusar directamente a Irene Hurtig, dio por ciertos los datos que sostuvieron la hipótesis de Molina Pico (horario y audio) y ordenó se investigara en esa línea. Sostenida por la Casación, la fiscalía avanzó y, según se desprende del pedido de detención de IH, de indagatoria a Ortiz y de investigación sobre Romero Victorica, agregado a la casi segura ampliación acusatoria sobre Bártoli, indican que dentro de la causa el giro sorpresivo hubiera sido desandar todo lo actuado, ya no por un fiscal sino por un tribunal superior y otros dos fiscales que lo reemplazaron.

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Irene Hurtig, con pedido de detención a seis días de que se inicie el juicio por el caso Belsunce II.
Imagen: Télam
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