Miles de personas pasaron la noche en la calle, sin dormir, en parques y plazas, en la localidad de Lorca, en el sudeste de España, por miedo a réplicas y a derrumbes en sus hogares tras los dos terremotos que sacudieron la ciudad. El desastre dejó nueve muertos, más de doscientos heridos, miles de damnificados y daños en el 80 por ciento de las viviendas, en la región de Murcia. El gobierno español aprobará ayudas para la reconstrucción, según anunció el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien viajará hoy a la ciudad. Los servicios de emergencia limpiaban el manto de escombros que cubre las calles mientras varios de los pobladores se preparaban para dormir a la intemperie.

Los daños en los edificios obligaron a más de 20 mil personas a dejar sus viviendas. “Casi nadie ha dormido en su casa esta noche en Lorca” y los vecinos se trasladaron “a otras poblaciones” o se instalaron “en el interior de sus coches, en la calle, en plazas y parques públicos”, precisó el alcalde de Lorca, Francisco Jódar. La “desesperanza y el miedo de que vuelva a repetirse otro movimiento sísmico” se reflejaba en sus caras, contó el funcionario. A nivel nacional, el duelo es de dos días, según anunció el vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Escombros por todos los lados. Las calles y sobre todo los autos estaban cubiertos con cascotes, y otros aplastados por las cornisas caídas de los edificios. “Hemos pasado la noche aquí en la plaza del mercado, pero no pude dormir, mi hijo ha dormido un poco por el suelo, la organización aquí es muy lenta. No sé si vamos a quedar aquí una noche más”, explica Norma Selina, de 52 años. Como ella, miles de afectados esperaban que los técnicos terminaran de revisar los edificios dañados. Los militares instalaban más de 370 tiendas de campaña y se levantaban refugios de la Cruz Roja y el ejército para las personas que no tuvieran dónde dormir. Los servicios de emergencia brindaban a los afectados mantas, agua, alimentos, atención médica y psicológica.

La cifra de víctimas fatales ascendió ayer a nueve, por la muerte de una mujer de 41 años que estaba internada en terapia intensiva. Los fallecidos son cinco hombres y cuatro mujeres, entre ellos un adolescente y dos embarazadas, que ya fueron identificadas. La cantidad de heridos es de 293 personas, dos de las cuales están graves, otra mujer y un niño, aunque “evolucionan favorablemente”, explicó la consejera de Sanidad del municipio, María Angeles Palacios. Según las autoridades, ya no quedan personas desaparecidas. Hoy se llevará a cabo el funeral de las víctimas, que se oficiará con la presencia de los príncipes de Asturias y el jefe del gobierno español.

Después del temblor, los trabajos se concentraban en limpiar las calles “quitando cascotes” y “desescombrando zonas”, tareas en que a los servicios locales se unieron unos 400 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), señaló el director general de emergencias de Murcia, Luis Gestoso. Ahora la “preocupación está en las cornisas” de los edificios, que pueden desprenderse: unos 20 mil edificios han quedado afectados en toda la ciudad, porque el sismo ha sido en superficie. Con la ayuda de expertos, el ayuntamiento evaluará la seguridad de los edificios, a los que “se va a colocar una pegatina verde” si son seguros y “roja” si no se puede entrar en ellos, precisó el director.

El jefe del gobierno regional, Ramón Luis Valcárcel, pidió “serenidad” a los afectados, muchos de ellos inmigrantes latinoamericanos y del norte de Africa. Tras la revisión de la mayoría de las viviendas, “el 90 por ciento no tiene daños estructurales”, según dijo, pero la tarea todavía llevará su tiempo. “Lo importante es que los vecinos cuyas casas no hayan sido dañadas puedan volver a la normalidad”, agregó.

Los daños se calculan en más de 36 millones de euros, según el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). En ese sentido, el presidente español aseguró que no va a “regatear” ningún medio económico para la tarea de la reconstrucción. Zapatero anunció que su gobierno aprobará las “medidas necesarias” para llevar adelante ese trabajo. Entre las medidas a aprobar por el Consejo de Ministros figura el otorgamiento de unos 18 mil euros a cada familia de los fallecidos y otras sumas a los heridos de gravedad por el terremoto.

El temblor de mayor magnitud, 5,2 grados, que provocó los destrozos y los muertos, fue registrado a las 18.47 (las 14.47 en la Argentina). Horas antes, en el mismo lugar, se había producido un primer sismo de 4,4 de magnitud, según el servicio sismológico español. El terremoto produjo daños en la localidad murciana de Totana, así como en la vecina provincia de Albacete (Castilla-La-Mancha), a más de 200 kilómetros al norte, y en las también provincias de Almería, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla (Andalucía, sur). Lorca, de 92 mil habitantes, ya había sufrido terremotos el 28 de agosto de 1674 y el 20 de diciembre de 1818, ya que la localidad se encuentra en una de las zonas de mayor riesgo sísmico de España.