Alberto Calabresi, acusado de atropellar con una moto en medio de un raid delictivo al rugbier Agustín Sartori causándole la muerte, negó ayer haber manejado el vehículo y le echó la culpa a su socio, Santiago Segundo. Este último devolvió la acusación a Calabresi durante el juicio que se les sigue en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 porteño. Si no fuera por la presencia del personal policial, el careo hubiera derivado en una pelea cuerpo a cuerpo. Tras el cruce, el tribunal optó por terminar con el careo en el que ambos reconocieron que el 23 de junio de 2010 venían de robarle a un par de automovilistas en una moto Honda XR250 modelo Tornado, sin patente, en Palermo cuando fue embestido Sartori.

“Asumo mi responsabilidad de que me bajé a robar, pero la moto no la venía conduciendo yo”, dijo Calabresi, quien está más complicado en la causa y tiene prisión preventiva, luego de aclarar que en ese momento estaba “muy mal anímicamente” por la falta de trabajo y una enfermedad de su padre. “Cada uno cumplía un rol y el mío era bajarme y romper los vidrios. La moto la maneja él”, dijo Segundo, quien llegó en libertad al juicio porque, de momento, sólo enfrenta la acusación por robo.

El debate por el homicidio el joven rugbier se extendería hasta la semana próxima, ya que hay una treintena de testigos, entre ellos siete peritos. Sartori falleció al ser embestido por la moto, a gran velocidad, en la avenida Luis María Campos, entre Jorge Newbery y Matienzo. Una fractura de cráneo con “hemorragia meningoencefálica” le causó la muerte.