Ocho días después de la aparición del cuerpo sin vida de su hijo, Susana Leonor Santillán declaró por primera vez en la fiscalía de Junín, en la causa en la que se investiga el crimen de Tomás. “Se le exhibió un plano para que reconociera el lugar donde fue encontrado Tomás y el lugar donde estaban las pertenencias de él, la mochila y el guardapolvo”, detalló su abogado, Carlos Torrens. La mujer fue consultada sobre los dos años que estuvo en pareja con Adalberto Cuello, el único detenido por el caso. “Respondió que fue como cualquier otra relación de pareja joven, con altos y bajos”, relató el abogado en la puerta de la fiscalía. A su lado, Santillán destacó la labor judicial y agradeció los apoyos recibidos. “Lo único que quiero es justicia para mi hijo y que paguen por lo que hicieron”, dijo.

El plan original del fiscal Javier Ochoaizpuro era hacer pocas preguntas a Santillán, tomando en cuenta la dolorosa situación que atraviesa. Por eso, la declaración duró poco más de una hora y se centró en desechar algunas dudas referidas a la declaración de Cuello. Le preguntaron si estuvo alguna vez en el monte cercano a la ruta 50 en el que se halló al niño. Ella contó que estuvo en las cercanías. Luego, ante las cámaras, la mujer aseguró que está “totalmente conforme” con el accionar de la Justicia y comentó que se siente “muy acompañada por Tomy desde el cielo, por Juan Martín (el bebé que tuvo con Cuello) y por toda la familia, por ellos voy a seguir adelante”.

Santillán aprovechó para agradecer el apoyo recibido desde el martes de la semana pasada al mediodía, cuando su hijo desapareció a pocas cuadras del colegio Domingo Faustino Sarmiento, de Lincoln. “Me hubiese encantado haber saludado uno a uno a todos los que ayudaron”, dijo con anteojos oscuros y acompañada por uno de sus hermanos. En un momento le preguntaron si había imaginado lo que pasó y contestó tajante: “Yo no te voy a contestar esa pregunta”. Otro periodista quiso saber si ella creía que Cuello era el culpable, pero Santillán, de 28 años, prefirió no opinar.

Sí lo hizo Torrens, el abogado de la mujer, que aseguró que la participación de Cuello en la autoría del crimen es “incuestionable”. Y fue más lejos. Sugirió que la calificación penal debía ser “homicidio calificado doblemente agravado por ensañamiento y alevosía”. Luego estimó que existen elementos suficientes para que el fiscal pida al juez de Garantías de Junín, José Luchini, la prisión preventiva del imputado. “Con muy buen criterio, el doctor Ochoaizpuro no da por agotada la investigación en cuanto a las personas que podrían haber intervenido en carácter de cómplices, coautores, encubridores o partícipes”, concluyó.

Ayer el fiscal confirmó la existencia de elementos para pedir la prisión preventiva y comentó que tanto la novia del acusado como su suegro tiraron “para atrás la coartada” de Cuello. Luego negó la posibilidad de que Tomás haya sido raptado por más de una persona y aseguró que la única línea de investigación es la que apunta al acusado. En diálogo con Página/12, sostuvo que aún no evalúa pedir un careo entre Santillán y Cuello, como pidió el abogado de este último, Hugo Icazati, y definió como una jugada “mediática” la supuesta necesidad de pruebas científicas, planteada también por Icazati.

Ochoaizpuro espera aún el resultado de los peritajes sobre una serie de fibras que pertenecerían al niño y fueron levantadas en los seis autos secuestrados, además del análisis de la mochila y la ropa que tenía colocada Tomás para ver si allí encuentran algún rastro del imputado: escamaciones o algún pelo con el que se pueda hacer un estudio de ADN. También está siendo peritada una pala que, según varios testigos, pertenece a Cuello, y que podría ser el objeto con el que fue asesinado el niño. Los estudios están a cargo de la Policía Científica de La Plata.

Si todas esas pruebas no dan resultado, ¿sería imposible procesar a Cuello? Para el fiscal no. “Hay indicios suficientes y, por supuesto, si surge alguna prueba más vamos a incorporarla antes de la elevación a juicio oral”, se explayó. Según él, existe una cuestión de valoración de la prueba por parte del abogado de Cuello, quien insiste en que no hay testigos directos del crimen ni conclusiones científicas. “Voy a dejar que la causa hable por sí sola. Se pudo reunir una cantidad de elementos importantes y que considero suficientes para probar la acusación”, agregó.

Por otra parte, el miércoles próximo Cuello deberá someterse a un peritaje psiquiátrico en el partido bonaerense de San Martín. “Sabemos que no es inimputable, pero hay que hacerlo, porque así lo establece el Código de Procedimientos”, comentó el fiscal. El pedido de prisión preventiva será cursado cuando se terminen los peritajes pendientes, a mediados de la semana que viene, agregó. “Si son negativos los estudios, se cae el caso. Por indicios no se puede condenar a nadie”, aseguró anoche a este diario el abogado de Cuello.

El único acusado por el asesinato de Tomás sigue en una celda aislada en la alcaidía del penal 49 de Junín, donde sólo lo visitan su padre y su abogado. Este último comentó que Cuello perdió diez kilos, llora todo el tiempo y teme que los otros presos “lo quieran ajusticiar”.

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