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Los tres candidatos presidenciales con más chances de llegar al ballottage se negaron a adelantar sus posiciones en relación con una cuestión de alto impacto en las mujeres, especialmente las más pobres, como es la salud sexual y reproductiva. Carlos Menem, Ricardo López Murphy y Néstor Kirchner tampoco quisieron pronunciarse sobre educación sexual ni despenalización del aborto al ser interpelados a través de un cuestionario por catorce ONG de mujeres y de derechos humanos para conocer sus propuestas de gobierno. “Esta ausencia de respuestas demuestra el temor reverencial que le tienen los políticos a la jerarquía de la Iglesia Católica”, concluyó Cecilia Lipzsyc, de la Asociación de Especialistas Universitarias en Estudios de la Mujer (Adeuem). Al revisar sus plataformas electorales, el foro de ONG encontró que Menem, López Murphy y Kircher sí mencionan la implementación de planes materno-infantiles. “Quiere decir que sólo ven a las mujeres en un rol de madres y no como sujetos de derechos universales”, cuestionó Lypzsyc.
El cuestionario fue enviado por carta documento al domicilio de nueve candidatos a presidente. Lo contestaron sólo Adolfo Rodríguez Saá, Alfredo Bravo, Patricia Walsh, Leopoldo Moreau y Carlos Zaffore (MID), aunque el ex gobernador puntano dio respuestas confusas y ambiguas. En los casos de Menem, Kirchner, López Murphy y Elisa Carrió, que ni siquiera respondieron la encuesta, el grupo de ONG consultó las páginas web con sus plataformas electorales para conocer sus posiciones. “Menem da unas respuestas que nos aterrorizan”, señaló Martha Rosenberg, del Foro por los Derechos Reproductivos. El informe con las posturas de los candidatos fue presentado ayer en una conferencia de prensa, en el auditorio del CELS, una de las entidades que promovieron la iniciativa.
“Es lamentable la poca importancia que le dan los candidatos con posibilidades de ser electos al acceso a la información pública sobre sus propuestas. Los derechos de las mujeres y en particular los derechos sexuales y reproductivos son una cuestión de derechos humanos. Y es más lamentable su actitud teniendo en cuenta que las cifras de morbimortalidad materna en el país van en aumento”, evaluó Andrea Pochak, directora del Area Jurídica del CELS.
La primera pregunta apuntó a conocer si impulsarán el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable creado por una ley sancionada en octubre, que establece la distribución gratuita de anticonceptivos en todo el país y apunta a reducir la mortalidad materna y prevenir la transmisión del sida. Bravo, Walsh, Moreau y Zaffore se comprometieron a implementarlo si llegan a la Casa Rosada. Carrió se pronunció en el mismo sentido en su programa de gobierno. Rodríguez Saá contestó que en el punto 118 de las 100 medidas para los primeros 100 días de gobierno propone que “se destacará el rol de la mujer en la nueva República, para ello y de inmediato se denunciará la reserva Argentina realizada en el Tratado Internacional sobre los Derechos de la Mujer, de manera que nuestro país reconozca plenamente la declaración de Beijing y El Cairo en su más amplia extensión”. Sobre semejante respuesta, Mabel Bianco, de la Fundación Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM) señaló: “Indica un grado de generalidad e inespecificidad altísimo, además de desconocimiento (no hay ninguna convención internacional con ese nombre). Por otro lado, se debe aclarar que en los 16 años de su gobierno no llevó adelante ningún programa de salud sexual y reproductiva”.
López Murphy, Menem y Kirchner en sus plataformas sólo proponen desarrollar “programas materno infantiles”. Sin embargo, Kirchner anunció que mantendrá como ministro de Salud a Ginés González García, quien ha jugado un papel fundamental en la puesta en funcionamiento del Programa de SSYPR y ha encarado una compra histórica y millonaria de anticonceptivos para distribuir en todo el país. Este hecho fue destacado como positivo por las ONG, aunque la ausencia del tema en el programa de gobierno delsantacruceño fue considerado una señal de alerta. “Es llamativo que en su provincia nunca impulsó una política de salud sexual y reproductiva”, apuntó Bianco.
También se les preguntó a los candidatos si consideran que todas las instituciones educativas públicas o privadas deben impartir educación sexual en sus planes de estudio. Rodríguez Saá no se pronunció. Bravo y Walsh respondieron afirmativamente. Moreau planteó ciertas limitaciones: “Las de carácter confesional, en el marco de sus convicciones, pero sin retacear información”, dijo. Zaffore consideró que cada colegio “deberá impartir educación sexual desde la óptica de sus creencias”. Ni Carrió ni Kirchner especifican el tema en sus planes de gobierno. López Murphy propone “prevenir y educar sobre el embarazo a adolescentes y preadolescentes (sic)”. De la lectura de la plataforma de Menem se descarta que el ex presidente vaya a impulsar la educación sexual en las currículas, algo que tampoco hizo durante sus dos gestiones. Entre sus propuestas habla de “revalorizar el rol de la familia como núcleo y primer educador, destacando el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos”. Las ONG se animaron a romper el silencio en un tema tabú para las campañas electorales como es el aborto (ver aparte).
La interpelación a los candidatos fue una iniciativa conjunta del Cels, Adeuem, FEIM, ISPM, Feministas en Acción, Cladem-Argentina, CEDES, Foro por los Derechos Reproductivos, Casa de la Mujer de Puerto Madryn, Asociación Josefa Tenorio (Mendoza), Instituto de Género de Rosario, Servicio de Acción Popular (Córdoba), entre otras entidades. La conclusión fue contundente: “Podemos decir que el futuro del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable no es muy alentador en el país. La baja tasa de respuesta indica el escaso o nulo interés que demuestran los candidatos por el tema”.