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El vecino de María Marta García Belsunce, Nicolás Pachelo, justificó ayer la llamada que hizo a las 19 –la hora del crimen– desde Pilar argumentando que había salido del country a las 18.40, pero que en la Panamericana se dio cuenta de que se olvidó la billetera. A raíz de ello, volvió al country, entró, fue hasta su casa, tomó la billetera y se encaminó hacia la Capital Federal. En ese ínterin, desde Tortuguitas, hizo la llamada a su madre que registró la empresa Movicom. Como no hay pruebas de sus salidas ni entrada al country y como la antena de Pilar de Movicom no especifica exactamente dónde estaba Pachelo, la coartada del vecino queda en la nebulosa.
Lo concreto es que, contrariamente a lo que dijo, pudo haber estado en el country. Además, hay tres jóvenes de entre 14 y 17 años, que dicen haberlo visto en Carmel a esa hora.
Las sospechas sobre Pachelo han sido impulsadas por la familia y hasta el momento el fiscal Diego Molina Pico lo tiene como un sospechoso de segunda línea. La investigación apunta casi exclusivamente a Carrascosa, el marido de María Marta. El juez Diego Barroetaveña aceptó la prisión preventiva del marido, por lo que es obvio que considera que Carrascosa es el principal sospechoso. Pero al mismo tiempo le ordenó al fiscal que siguiera “las demás líneas de investigación no abortadas”.