La muerte de un joven chofer de colectivo, asesinado por delincuentes durante un asalto, en el Gran Buenos Aires, derivó en un paro de conductores de micros, a partir del mediodía de ayer y hasta la medianoche, que causó trastornos a más de un millón de pasajeros que utilizan ese medio de transporte. Los asaltantes dispararon contra el colectivero cuando descubrieron que entre los pasajeros había un policía, quien intervino para frustrar el asalto aunque no habría disparado su arma dentro del vehículo. La medida de fuerza, convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), se tomó para reclamar el esclarecimiento del hecho y mayores medidas de seguridad en el territorio provincial. Afectó a los micros que circulan por el conurbano y a los que ingresan a Buenos Aires, pero tienen una de sus cabeceras en la provincia. Ayer a la tarde fue detenido en Villa Celina un joven sospechado de haber participado en ese hecho.

La víctima es Leonardo Paz, un joven de 22 años que estaba aprendiendo el recorrido de la línea 56, acompañado por otro chofer. El asalto se produjo alrededor de las 4.30 de la madrugada, en la localidad de Villa Madero, partido de La Matanza. Dos muchachos jóvenes subieron al interno 1030 de la línea 56 de colectivos, perteneciente a la empresa DOTA, en el cruce de Boulogne Sur Mer y la colectora de la autopista Riccheri, cerca del Mercado Central. El micro iba en dirección a Buenos Aires.

“En la parada que hay justo en Boulogne Sur Mer, subieron al colectivo dos personas, que empezaron a asaltar a los pasajeros, uno por uno, despojándolos de sus elementos personales”, informó el jefe de la Superintendencia Zona Oeste de la Policía Bonaerense, comisario mayor Sergio Bianchi. Otro investigador policial explicó que los delincuentes, después de robarle a cada pasajero, lo hacían bajar del colectivo.

“En esas circunstancias, un agente de la Policía Federal, uniformado, desde el fondo dio la voz de alto y los delincuentes dejaron en el piso los elementos que estaban robando y huyeron”, relató el comisario Bianchi a la agencia Télam.

Fue entonces cuando uno de los ladrones que estaban huyendo disparó su arma contra el colectivo. “Uno de los proyectiles impactó en el chofer y otro en la ventanilla”, contó el jefe policial. Según Bianchi, el policía no llegó a disparar su arma dentro del colectivo, sino que bajó del vehículo y recién allí accionó su pistola 9 milímetros contra los asaltantes, aunque no alcanzó a ninguno.

“Cuando los delincuentes se alejaban del colectivo, el policía descendió, los corrió, los puso en fuga y mantuvo el enfrentamiento armado”, agregó.

Mientras esto ocurría, el colectivero herido fue trasladado de inmediato, en el mismo vehículo, por su compañero, al Hospital Piñero, en el Bajo Flores. “Era el chofer que le estaba enseñando el recorrido al aprendiz. Este chofer fue quien se sentó en el asiento y comenzó a manejar hasta la Ciudad de Buenos Aires, para llevar a su compañero a un hospital”, relató el jefe policial. El trabajador fue asistido en ese hospital, pero falleció mientras era atendido.

Policías de la comisaría de Villa Madero llegaron a los pocos minutos al lugar donde ocurrió el asalto y encararon desde ese momento un operativo en busca de los delincuentes. La búsqueda dio aparentes resultados durante la tarde, cuando fue detenido en Villa Celina un presunto autor del crimen, quien habría tenido en su poder un arma similar a la utilizada para cometer el asesinato.

También se informó que los policías que trabajaron en la escena del crimen secuestraron vainas servidas del arma del policía, pero no de los delincuentes.

El hecho es investigado por personal de la Jefatura Distrital La Matanza Noreste, que trabaja bajo las órdenes del fiscal de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, José Luis Maroto.

Medida de fuerza

A primera hora de la mañana, cuando se supo que el chofer había fallecido, se desató la medida de fuerza. Primero fueron los choferes de las líneas 56 y 91, de la empresa donde trabajaba Paz. Luego, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) decretó un paro de colectivos desde las 12 del mediodía hasta la medianoche, que afectó principalmente al Gran Buenos Aires pero también a la Capital Federal, especialmente a las líneas que comunican la Ciudad de Buenos Aires con localidades del conurbano.

La medida se dispuso en reclamo del esclarecimiento del hecho y de mejores medidas de seguridad para los colectiveros. “No soportamos más la inseguridad con que nos tenemos que desempeñar a diario”, argumentó el secretario general del gremio, Roberto Fernández. “Los gobernantes de la provincia sólo se dedican a postularse para la Presidencia y se desentienden de la seguridad de los trabajadores”, enfatizó el sindicalista, en alusión al gobernador Daniel Scioli, pero sin mencionarlo. El gremio está alineado con la CGT que lidera Antonio Caló, pero su conducción es, dentro de ese espectro, una de las más críticas al gobierno nacional.

Fernández se quejó por la “falta de respuestas a las innumerables denuncias realizadas por la UTA para reclamar mayores medidas de seguridad” para los colectiveros en la provincia de Buenos Aires. “El problema de la seguridad en el conurbano ha desbordado totalmente a la Policía y a la Gendarmería, que hacen todo lo que está a su alcance, pero no se ha podido lograr la contención del delito”, aseguró. “Vamos al paro para ver si las autoridades se deciden a proteger a los trabajadores”, concluyó.