Cinco alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires fueron citados a declaración indagatoria por los daños provocados en la iglesia San Ignacio de Loyola en septiembre pasado, durante una toma del establecimiento educativo. El juez convocó a los cinco imputados, menores de edad, por entender que tiene pruebas para acusarlos de los daños, como por ejemplo pintadas con frases como “Ni Dios ni amo”; “hipócritas ni Dios ni amo” o “la única iglesia que ilumina es la que arde”.

Los hechos ocurrieron entre el 17 y 27 de septiembre último, cuando, según la causa, los chicos usaron un túnel que comunica el colegio con la iglesia para entrar al lugar y causar destrozos. En la decisión, Oyarbide entendió que tiene “motivos suficientes” para establecer un grado de sospecha sobre la “participación” de los imputados.

Entre los cargos está la profanación del altar principal, dejar huellas como de haberlo pisado y manchas de orina. Las indagatorias se tomarán desde el 14 al 22 de abril, en los tribunales federales de Retiro.

Oyarbide también está a cargo de la causa por amenazas contra un alumno del mismo colegio. La causa fue iniciada contra un estudiante que supuestamente había amenazado al rector, Gustavo Zorzoli, para que retirara las sanciones a los alumnos acusados de los destrozos ocurridos durante la toma del establecimiento.

El rector Zorzoli recordó a este diario que “el chico, el año pasado se había acercado a la rectoría para pedir disculpas, y con eso reconoció que fue parte de los hechos”. El alumno, que a fines del año pasado quedó libre por las sanciones, rindió todas las materias y empieza a cursar 5º año. El procesamiento fue dictado luego de que quedara acreditado que envió el correo electrónico con la amenaza desde una computadora portátil conectada a la red de wifi del colegio. El correo, que fue enviado a la casilla del rector desde la dirección [email protected], decía: “Sacá las sanciones o se te pudre todo la puta que te parió, mirá que sabemos dónde vivís” y “a los pibes no se los sanciona. Ultimo aviso”. La amenaza hacía referencia a las sanciones disciplinarias aplicadas a los estudiantes que, durante la toma del establecimiento que transcurrió durante diez días de septiembre de 2013, fueron considerados responsables de destrozos causados en distintos espacios del Colegio.

A causa de los destrozos realizados durante la toma, el alumno “fue sancionado, quedó libre y entre diciembre y marzo rindió materias. Sigue siendo alumno del colegio. Desde el punto de vista académico, es un buen alumno. Pero cuando comenzó la causa por las amenazas, el fiscal (federal Gerardo Pollicita) hizo la investigación pertinente y llegó a la conclusión de que él había incurrido en un delito tipificado en el Código Penal”, señaló Zorzoli.

El Colegio Nacional de Buenos Aires fue tomado por estudiantes entre el 17 y el 27 de septiembre del año pasado, en protesta por la reforma curricular de los planes de estudio de los secundarios de la ciudad de Buenos Aires.