Nancy Chamula tuvo que apelar a un recurso extremo para que la Justicia reaccionara frente a sus reiteradas denuncias por violencia de género contra su ex esposo: recién después de que el video que subió a YouTube, donde se ve cómo él la golpea brutalmente, fuera repetido en programas de televisión y portales de todo el país, intervino en el caso el Superior Tribunal de Justicia de Misiones, y el juez de Instrucción de la capital provincial Carlos Giménez ordenó la detención del empresario Carlos Simón. El hombre, acusado de agredir reiteradamente a su ex pareja, fue apresado en la noche del miércoles, en una estación de servicio de la localidad de San Ignacio, a 60 kilómetros de Posadas. “Yo no sé si quiero que esté preso, lo que sí sé es que no quiero morirme”, dijo la mujer, desesperada, en declaraciones a Radio Libertad, de Misiones.

Tras el impacto que generó la difusión del video, el Superior Tribunal de Justicia de la provincia ordenó la entrega de un botón antipánico a la mujer para garantizar su seguridad mientras dure el proceso judicial y, al mismo tiempo, dispuso una serie de medidas que incluye la revisión de toda la actuación judicial por la presunta inacción para proteger a la mujer, dado que Simón tiene acumuladas tres causas por agresiones y amenazas, y el magistrado no habría actuado con la celeridad necesaria.

Luego de ser detenido, Simón fue trasladado a una comisaría de Posadas y quedó a disposición del juez Giménez, quien lo citaría a declarar en las próximas horas, según confiaron fuentes judiciales. Al empresario, dueño de la Arenera Simón, se le imputarían los delitos de lesiones, amenazas de muerte y tenencia ilegal de arma de fuego. También se supo que deberá responder por el incumplimiento de la cuota alimentaria de sus hijos establecida por la Justicia en el marco del juicio de divorcio, que nunca habría pagado.

Chamula, una comerciante de Oberá, denunció a Simón el domingo último por nuevas agresiones y amenazas de muerte con un arma de fuego, según confirmó la policía provincial. Como suele ocurrir, el abogado del agresor, Martín Moreira, buscó desacreditar a la mujer y sostuvo que fabulaba. También minimizó las agresiones que pudieron verse en el video y dijo que por esos golpes había una causa penal: “Eso es una cosa, es punto y aparte. Cualquiera puede cometer un error. Y si lo cometió, debe pagar por ese error. Pero lo de este fin de semana no existió”. Sin embargo, el médico policial que la revisó el domingo, cuando denunció las nuevas agresiones, constató que Chamula presentaba “traumatismo de cráneo y facial con escoriaciones varias, tiempo de curación estimado en 21 días”.

La mujer dijo que hizo público el video –el martes, en coincidencia con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres– porque estaba cansada de que nadie hiciera nada y de que la Justicia no actuara. Hace tres años, precisó, que están divorciados legalmente, pero las agresiones y amenazas no habrían cesado en todo ese tiempo, según dejó asentado en su última denuncia. Simón es muy conocido en la zona de Oberá ya que, además de su actividad empresarial, participó por muchas temporadas en competiciones de automovilismo en pistas misioneras y de la región.

“Yo ahora tengo miedo, pero lo hice para que la gente vea cómo es él porque, si no, nadie lo cree”, agregó Chamula. Los hombres que maltratan a su pareja o ex pareja suelen ser muy agradables con el resto de las personas, lo que dificulta a las víctimas contar el calvario que viven en su hogar ante la resistencia del entorno en darles veracidad a sus dichos: la imagen que tiene la gente que los conoce no coincide con la que da quien padece sus agresiones, porque los ataques los ejecuta habitualmente sin testigos. Chamula contó que empezó a sufrir violencia doméstica apenas se casaron, 18 años atrás. Y como les sucede a otras víctimas, no reaccionó inmediatamente para ponerle freno a esa situación. “Uno siempre sabe que eso está mal, pero a veces es difícil tomar la decisión. Yo comencé a hacer terapia, eso me ayudó mucho. Y uno va tomando conciencia, viendo que mis hijos están creciendo, en ese momento mi hija tenía 15 y no quería que ella piense que eso era normal. Yo también vengo de una familia donde mi padre era golpeador, y creí que era normal en algún momento; pero no quiero esto para mis hijos, en mi casa no tenía cámaras de seguridad, pero en el video que después publiqué yo me vi en esa situación y me impresionó”, señaló. Ambos tienen otro hijo de 13 años. La mujer también afirmó que mientras estuvieron casados era frecuente que cuando estaban pasando un buen momento, “por una palabra que no le gustaba”, Simón explotaba de ira. “Una vez me pegó delante de la policía, pero nadie hizo nada”, destacó.