Poco después de las 9 de la mañana, una falla del suministro que afectó a distintas subestaciones eléctricas dejó sin luz a la zona norte de la ciudad de Buenos Aires y cuatro localidades de la provincia, sacó de servicio más de 100 semáforos porteños, interrumpió el funcionamiento del subterráneo y generó inconvenientes en la operación del aeroparque Jorge Newbery. El apagón duró alrededor de diez minutos. La empresa Edenor informó en un comunicado que se produjo por “una falla en alta tensión”, aunque hasta última hora de ayer, contó el vocero a este diario, se desconocían las causas. El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que estimó en 370 mil los usuarios afectados, iniciará una auditoría técnica para investigar las causas. Por su parte, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, advirtió que podría haber sanciones a las empresas y que, “si las causas no nos convencen o no son sólidas, haremos la denuncia penal correspondiente”.

“Los cortes en las compañías distribuidoras son habituales. A veces adquieren una mirada pública más amplia porque tienen cierta masividad, como en este caso. Todos los días tenemos cortes. Este implicó más barrios, más gente. Afortunadamente, la versatilidad que tiene la red en la zona donde se produjo el corte nos posibilitó hacer rápidamente un desvío de carga: usamos otras líneas disponibles y sin uso para restablecer el servicio”, señaló en diálogo con Página/12 Eduardo Mirabelli, vocero de Edenor.

El corte de energía sobrevino mientras algunos transportes todavía restablecían sus servicios, luego del paro de tres horas de gremios del subterráneo, el tráfico aéreo, terrestre urbano, de media y larga distancia. Eran poco después de las 9 cuando quedaron sin luz Belgrano, Palermo, Villa Ortúzar, Villa Urquiza, Núñez, Coghlan, Colegiales y Almagro, en la ciudad de Buenos Aires, y Carapachay, Munro, Vicente López y Ciudadela en la provincia.

En su comunicado, Edenor reconoció el apagón, pero en una zona más restringida, delimitada por “los barrios de Belgrano, Palermo, Urquiza, Agronomía y Ciudadela”. El corte de suministro se debió a “una falla en alta tensión (por la cual) se vieron afectadas varias subestaciones eléctricas”. “Efectuadas las maniobras eléctricas correspondientes, en menos de diez minutos comenzó la normalización y en poco tiempo más se logró restituir el servicio a la totalidad de los afectados”, agregó el comunicado. La empresa también señaló que el miércoles registró “un corte en alta tensión a las 2 de la madrugada –que se logró normalizar completamente en 7 minutos– debido a la acción de terceros, ya que máquinas viales dañaron un cable de alta tensión de 220.000 voltios en Av. Costanera y Av. Sarmiento”.

El ENRE señaló que los cortes “afectaron al servicio público de distribución eléctrica” y que podría aplicar “sanciones establecidas en el marco regulatorio eléctrico”. “La falla afectó a más de 370.000 usuarios, como consecuencia de la salida de servicio de las subestaciones transformadoras Munro, Migueletes, Agronomía, Colegiales, Puerto, Urquiza, Melo, Ciudadela, Villa Adelina, Austria, Vidal y Güemes”. Además, las subestaciones Santa Rita y Devoto dejaron sin suministro a más de 84.000 usuarios de Edesur.

A última hora de ayer, Edenor no había determinado el origen de la falla. “Los técnicos están trabajando en reparación y detección del origen de la falla”, aseguró el vocero de la empresa.

El apagón afectó el servicio de subterráneos porteños. En la línea D, una formación quedó detenida entre las estaciones Carranza y Palermo. “Estuvimos como 20 minutos varados en el vagón”, contó a este diario Claudia, una de las pasajeras afectadas. “Cuando salió de Congreso de Tucumán, que es la cabecera de la línea, ya iba lento, pero siguió igual. Después, entre Carranza y Palermo paró, y por altoparlantes el conductor dijo: ‘Paramos por desperfectos, no griten’. Hacía calor, el tren estaba repleto porque como había habido paro viajaba mucha más gente. Nadie nos decía qué hacer, recién a los 20 minutos abrieron la puerta, porque llegó algo de luz y se encendieron las de emergencia. Nadie nos decía nada, bajamos a las vías sin que ningún empleado de Metrovías nos guiara”, contó Claudia.

Los pasajeros evacuados caminaron por las vías hasta llegar al andén, donde “había luz, apareció un oficial de la Policía Metropolitana y fue gente a putear a los boleteros”. “No hubo medidas de prevención, la empresa no tiene un protocolo de intervención”, observó la pasajera. La vocera de Metrovías, por su parte, aseguró a Página/12 que existe “un protocolo con los pasos a seguir, que tienen que hacerlos el guarda y el conductor.” “En casos así, hay roles definidos, y en las fotos que tuitearon algunos pasajeros sí se ve que pasa eso. Tal vez la situación fue diferente para los pasajeros de los últimos vagones.”