La Cámara Federal de Casación Penal concedió un recurso planteado por la defensa de dos de los acusados de asesinar al joven Ariel Malvino en 2006 en el balneario de Ferrugem, Brasil. Admitió un planteo de nulidad, formulado por las defensas de Eduardo Guillermo Braun Billinghurst y Carlos Andrés Gallino Yanzi, contra las declaraciones indagatorias que se les tomaron a los imputados en la Argentina a pedido de un juez brasileño. De esta manera, la causa ingresó en un nuevo trámite que demorará su resolución.

El planteo se produce más de ocho años después del crimen de Malvino, ocurrido el 19 de enero de 2006, presuntamente durante una pelea entre dos grupos de jóvenes correntinos y cordobeses. La víctima se encontraba casualmente en el lugar de los hechos.

La causa está a cargo de un juzgado de la Vara Unica de Garopaba, Estado de Santa Catarina, Brasil, que obtuvo mediante exhorto las declaraciones testimoniales de dos mujeres argentinas que complicaron a los imputados. Los testimonios fueron tomados por el Juzgado Federal Nº 3 de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Daniel Rafecas.

Los testigos involucraron directamente a Braun Billinghurst y Gallino Yanzi en la agresión que mató a Malvino. También apuntaron contra Horacio Pozo. Los tres se encuentran imputados en la causa: Pozo y Gallino Ganzi por el delito de “lesión corporal seguida de muerte”, mientras que Braun Billinghurst fue acusado por “tentativa de homicidio doblemente agravado por el estado de indefensión de la víctima”.

Como consecuencia de ello, el juzgado brasileño ordenó una nueva indagatoria a los acusados, paso previo a cerrar la imputación y enviar la causa a juicio. La defensa de Braun Billinghurst y Gallino Yanzi denunció que, en su momento, no fue notificada de las declaraciones de los testigos, por lo que impugnó las indagatorias que el juez federal de Corrientes Juan Carlos Vallejos les realizó más tarde a ambos imputados.

La Sala Primera de la Casación aceptó por mayoría revisar el caso. Los jueces Ana María Figueroa y Luis María Cabral admitieron la causa y dispusieron celebrar una audiencia con las partes para determinar sobre las declaraciones de las testigos y la consecuente indagatoria para los imputados. En disidencia, el tercer juez de la sala, Juan Carlos Gemignani, se inclinó por rechazar el planteo y acelerar el trámite de la causa que tramita ante la Justicia brasileña.

El crimen ocurrió en la madrugada del 19 de enero de 2006, cuando Malvino paseaba por la calle principal del pequeño pueblo de Ferrugem, a 100 kilómetros de Florianópolis, y un grupo de siete correntinos se enfrentaba a otro de cordobeses frente a un bar.

Según la acusación, presentada el 14 de diciembre de ese año por el entonces fiscal Fabio Fernandes de Oliveira, los tres acusados participaron de la pelea. Como la escena era un repartijo de trompadas y patadas, Malvino hizo un comentario respecto de los involucrados, “destacando la estupidez de las personas envueltas en la riña”, señaló el fiscal. Gallino, Pozo y Braun Billinghurst lo escucharon y se lanzaron sobre él.

Malvino pudo esquivar algunos puñetazos, pero “Horacio Pozo logró dar un potente golpe en el maxilar. La víctima cayó y se golpeó la cabeza contra el suelo”, señala la acusación. Eduardo Braun Billinghurst, según la investigación, tomó una roca de unos 17 kilos y medio que se encontraba en el lugar, la levantó por sobre su cabeza y la descargó violentamente sobre el torso de Malvino, quien en ese momento se encontraba inconsciente.

Desde 2007, el cambio del fiscal y de la jueza, diferencias entre la Justicia brasileña y la Cancillería argentina, y una serie de nulidades interpuesta por la defensa de los imputados hicieron que la causa se dilatara.