Numerosas localidades de la región cordillerana ubicada en el límite entre las provincias de Chubut y Río Negro permanecen desde el fin de semana cubiertas por una capa de humo que enrojece el cielo e impide ver el sol a causa del fuerte incendio de bosques nativos en la cordillera de Chubut. El siniestro, que comenzó cerca del nacimiento del río Tigre, tiene dos focos y avanza sin control. En uno de ellos, los brigadistas hacen guardia cerca de los pobladores. Según los cálculos que hicieron los expertos tras sobrevolar en helicóptero la zona, el fuego ya consumió más de 4500 hectáreas de área protegida.

Uno de los focos está ubicado a 40 kilómetros de la localidad de Cholila, 730 kilómetros al noroeste de Comodoro Rivadavia, mientras que el otro avanzaba a unos 80 kilómetros del primero, en la zona del paraje El Turbio, próxima a Lago Puelo, el mismo lugar donde semanas atrás el fuego arrasó con cientos de hectáreas en el cerro Currumahuida.

Allí, brigadistas con experiencia acampan cerca de las viviendas para tranquilizar a los pobladores y aconsejarles cómo deben actuar en caso de que el fuego avance. El jefe de operaciones del área técnica del servicio de manejo del fuego de Chubut, Jaime Rodríguez, detalló que “el incendio sigue descontrolado cerro arriba pero si bien las viviendas de los pobladores corren riesgo, brigadistas con mucha experiencia acampan en el lugar para tranquilizar a la población”.

“El incendio avanza y ya llegó a la cabecera del lago Cholila”, a unos 35 kilómetros de la localidad homónima, informó el jefe de la brigada de incendios, José Saldivia.

Los lugareños aseguran que el incendio comenzó tras una tormenta eléctrica, por lo que es muy probable que haya sido un rayo el que inició las llamas. Lo mismo se cree del otro foco en la zona de El Turbio.

Saldivia agregó que “el incendio que orilla el río Tigre avanza sin control y sin una dirección fija, a punto que cruzó en varias oportunidades el cauce, tomando ambas márgenes a lo largo de varios kilómetros”. El lugar está a pocos kilómetros del Parque Nacional Los Alerces, aunque éste aún no peligra.

Los brigadistas no pudieron acceder a los focos de incendio pues están en una zona virgen, con bosque nativo que arde con facilidad en la zona alta, impulsados por el fuerte viento de direcciones variables y la falta de humedad en el ambiente. Por ello, ayer se constituyó un “campamento base” en la estancia Los Murmullos con 15 operarios y se esperaba reforzar la dotación con otros 15 brigadistas de las localidades de Corcovado, Trevelin y Esquel. “Lo que ocurre es que hay varios incendios a la vez y otros que están controlados, pero tienen focos activos y no los podemos descuidar”, detalló el jefe de los brigadistas de Cholila.

El operativo se desarrolla de manera terrestre, con vehículos de doble tracción y con la colaboración de Defensa Civil de la provincia. “Hoy (por ayer), desde las 7.30, el avión hidrante del Plan Nacional de Manejo del Fuego está operando desde el Aeródromo Municipal de Cholila”, destacó Saldivia, y agregó que “el viento está favoreciéndonos en este momento al soplar hacia las altas cumbres”. Además acotó que “la gran masa de humo” sólo “permitió ver un 30 o 40 por ciento del lugar afectado. Hay focos para cualquier lado que se mire”. “Estuvo ardiendo en las zonas altas, pero se dirige hacia el lago”, expresó, y manifestó que el fuego afectó “alrededor de 4500 hectáreas”.

Al incendio declarado sobre la cabecera del lago hay que agregarle el que comenzó hace dos semanas en proximidades de Lago Puelo, sobre el cordón Currumahuida, que está controlado, pero con una dotación de brigadistas que día a día llevan adelante la “guardia de cenizas” para evitar el desborde del incendio.

En El Turbio, cerca de Lago Puelo, “hay en realidad dos incendios, uno que se declaró en la zona de Tres Picos y otro más abajo, en un cerro que conocemos como Plataforma”, explicó Saldivia.

La zona de incendios está localizada en plena cordillera de Chubut, 200 kilómetros al sur de la ciudad rionegrina de Bariloche, desde la cual también se divisan las cenizas y el cielo enrojecido.