El rescate de las víctimas de los dos recientes sismos en Japón continuaba con dificultades debido a la lluvia que provocó corrimientos de tierra y los centenares de réplicas que siguen sacudiendo la región sudoccidental del país. Ya suman 41 los muertos. En la prefectura de Kumamoto, el segundo terremoto –ocurrido la madrugada del sábado y de 7,3 grados de magnitud en la escala abierta de Richter– destruyó parcialmente el santuario sintoísta de Aso, uno de los más importantes del país y con 1700 años de antigüedad. Las Fuerzas de Autodefensa de Japón, que desplegaron 15 mil efectivos para ayudar en las tareas de rescate, continuaron con la búsqueda de personas que podrían haber quedado atrapadas por el derrumbe de casas, al tiempo que suministran agua y víveres a los 160 mil evacuados de la región. Unos 78 mil hogares siguen con el suministro eléctrico cortado. Las autoridades japonesas reportaron más de 2 mil personas heridas, y recomendaron a unas 240 mil personas de la zona afectada que abandonen sus casas para refugiarse temporalmente en un lugar más seguro.