El paradigma de la guerra contra las drogas sufrió otro desastre. Cinco bajas, esta vez en San Juan. El jefe de la Dirección Judiciales de la policía de San Juan, Héctor Páez; el subjefe de Drogas Ilegales, Rolando Narváez, tres uniformados más y otros dos extra fuerza de seguridad fueron detenidos tras una serie de allanamientos en la División Drogas Ilegales, en la seccional cuarta, en la comisaría de la mujer del barrio Desamparados, y en las casas de los dos jefes detenidos. Los operativos fueron ordenados por el juez federal de San Juan, Leopoldo Rago Gallo, y realizados por Gendarmería y la Federal. La imputación es que los uniformados cobraban para producir zonas liberadas para la narcoactividad. Claro, no eran uniformados cualesquiera sino los encargados de dirigir la presunta guerra. Por la noche, Drogas Ilegales sufrió otra baja: el gobernador sanjuanino, Sergio Uñac, informó en conferencia de prensa que desplazó a su jefe, Carlos Avellá, porque “de él dependían las personas que están siendo investigadas”.

La investigación comenzó en septiembre de 2015. El juez Rago Gallo ordenó escuchas sobre un sospechoso de otra causa y las encomendó a Gendarmería. De las escuchas surgió cierto vínculo con uniformados. “Abrimos una nueva causa hasta determinar a los responsables”, informó el juez federal.

De acuerdo a las investigaciones que fueron avanzando, surgió que los uniformados “liberaban las zonas de comercialización de drogas a cambio de dinero”, explicó el fiscal federal Francisco Maldonado, y estaban en contacto con David “el Thiago” Castillo, a quien consideraban proveedor de drogas. “Si bien aún no sabemos desde cuando tenían este acuerdo, pensamos que lleva bastante tiempo ya que el diálogo era de confianza y había un contacto fluido”, dijo Maldonado.

Los 10 allanamientos se realizaron durante la madrugada de ayer y participaron la Gendarmería y la Federal. El mayor impacto se produjo con la detención de Héctor Raúl Páez. El martes pasado había sido ascendido de comisario mayor a comisario general. Estaba a cargo de la Dirección de Judiciales. Su casa fue allanada y terminó detenido. Lo siguió Rolando Narváez, segundo de Drogas Ilegales. También su vivienda fue allanada. El segundo escritorio de Drogas Ilegales de San Juan ya sufrió sus impactos: el anterior segundo jefe, Néstor Agüero, estuvo detenido por una causa en la que se lo vincula con una banda de narcos. Ahora está libre pero espera la realización del juicio.

Además fueron detenidos Lucas González y Eduardo Pérez, también integrantes de Drogas Ilegales, y José Herrera, suboficial de la comisaría 4ª, del barrio capitalino de Desamparados.

Además, fueron detenidos el mentado Thiago y una mujer, Paula González, señalada como vendedora.

Cuando consultaron al jefe de la Policía de San Juan, Luis Martínez, dijo que “estoy sorprendido por la gente involucrada, yo desconocía el contenido de la investigación”, y sostuvo que “se tomarán las medidas que haya que tomar”. El secretario de Seguridad, Gustavo Fariña, afirmó que los policías detenidos “ya fueron suspendidos en sus funciones” y aseguró que espera “que sobre los responsables caiga todo el peso de la ley”.

El ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, dijo que el gobierno espera las definiciones de la Justicia “para actuar internamente”.

Por la noche, el gobernador Uñac informó que la División Drogas Ilegales había sido descabezada, al desplazar a su jefe, Carlos Avellá, no por estar involucrado en la causa, se ocupó de aclarar, sino porque “de él dependían las personas involucradas”.

“La causa se venía trabajando desde el año pasado y se precipitó ayer porque se filtró la información de que estábamos investigando a esta gente”, dijo Rago Gallo.

Desde Nación, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, informó que “se llevaron a cabo ocho allanamientos simultáneos en la Central de Policía de San Juan, el Departamento de Drogas Ilegales, la Comisaría 4 y en domicilios particulares donde residirían” los policías detenidos: el Barrio Círculo Policial, departamento de Chimbas; el Barrio Fonsolato, en Rawson; el Barrio Las Rosas, en Santa Lucía, así como las casas de los dos extra fuerza detenidos. La información de la ministra surgió porque en los allanamientos había participado especialmente Gendarmería, una de las fuerzas que dependen directamente de Bullrich. Otra de las fuerzas con las que la ministra encabeza la guerra contra las drogas está implicada en otra de las zonas liberadas por el paradigma beligerante: la Prefectura en Costa Salguero.