El incendio del valle de Santa Clarita, al norte de la ciudad estadounidense de Los Angeles, ya arrasó más de 13.400 hectáreas y obligó a unos 20.000 residentes a abandonar sus casas. El fuego comenzó el viernes a la tarde y se expandió rápidamente a pesar del trabajo de casi 1600 efectivos en la zona, que sólo lograron contenerlo apenas en un 10 por ciento, en esa zona del norte del estado de California. “El incendio se extendió a gran velocidad por el calor excesivo, la baja humedad y el terreno escabroso”, señaló el supervisor del condado de Los Angeles, Michael Antonovich. El funcionario precisó que las llamas amenazan a unas 200 estructuras comerciales y ya destruyeron 18 edificios.