Seis muertos y 11 heridos dejó un motín en una cárcel del estado brasileño de Pernambuco, en el nordeste del país. La rebelión se inició el sábado en la penitenciaria de Cararu, justo cuando el Sindicato de los Agentes Penitenciarios había denunciado una supuesta “fragilidad” de la seguridad debido a la superpoblación carcelaria. El secretario de Justicia de Pernambuco, Pedro Eurico de Barros, afirmó que el motín ocurrió tras un conflicto entre bandas rivales que se disputan el control del tráfico de drogas, según la información oficial. “Vamos a investigar quien comandó y ejecutó los crímenes en la unidad”, señaló el funcionario. La violencia en las cárceles brasileñas ha sido denunciada en reiteradas ocasiones.