SOCIEDAD

La clínica ahora atendida por sus propios trabajadores en Banfield

En medio de una debacle económica y un conflicto laboral, los dueños de la clínica Lerena abandonaron el lugar hace siete meses. Ahora, los ex empleados tomaron el lugar y lo volvieron a poner en funciones. Se llama Clínica Lerena de los Trabajadores.

Las máquinas de radiología volvieron a encenderse, los consultorios empezaron a poblarse y el laboratorio comenzó a emitir nuevos análisis. Después de varios meses de idas y vueltas, unos 45 trabajadores lograron recuperar la clínica Lerena, la única de la localidad bonaerense de Banfield, y poner en marcha otra vez su fuente de trabajo. Los últimos dueños del sanatorio se fueron el 30 de septiembre del año pasado, durante una huelga de los empleados en reclamo por varios sueldos impagos. Como souvenir, dejaron una millonaria deuda que aún persiste. Luego de un largo proceso de reorganización, médicos, enfermeros e instrumentistas formaron una cooperativa. El principal objetivo: recuperar a los pacientes perdidos.
Desde su huida por la puerta trasera, los integrantes de la sociedad anónima que manejaban la clínica nunca volvieron. “Apenas llaman de vez en cuando prometiendo compradores, pero son tratativas que siempre terminan en nada. Además, para adquirir las acciones del sanatorio deben, primero, pagar los salarios atrasados y las deudas mantenidas con los médicos y proveedores”, explicó Vilma Bagnalasta, una instrumentadora que el último lunes asumió como delegada de la cooperativa Clínica Lerena de los Trabajadores. Los dueños del sanatorio, ubicado en el sur del conurbano, se fueron debiendo cuatro meses de sueldos de los empleados, además de abultados pasivos con los médicos y los proveedores del centro asistencial. En total, la deuda supera el millón de pesos, según aseguró Bagnalasta.
Para poner los números al día, los representantes de la cooperativa solicitaron audiencias con el presidente Néstor Kirchner y el gobernador Felipe Solá. Pero ambos delegaron el pedido en el ministro de Salud bonaerense, Ismael Passaglia. El objetivo de la reunión pretendida consiste en reclamar un subsidio que normalice el funcionamiento del sanatorio. Pero pese al pedido de audiencia, aún “no hubo respuesta”, según señaló la delegada.
La clínica, la única de Banfield, funciona como tal desde 1997, con unas 45 camas, 10 consultorios, laboratorio, sala de radiología y terapia intensiva, distribuidas en un edificio de cinco pisos, que aún conserva su buen estado. “Es un desperdicio que este lugar no atienda a la comunidad”, subrayó la delegada.
Los problemas del centro médico empezaron antes de que Lerena Sociedad Anónima se escurriera del manejo de la clínica. El titular original del sanatorio vendió sus acciones el último 3 de julio. Pero lo que parecía ser la salvación del centro, terminó siendo un fiasco. Tres meses después, la sociedad se desintregó y sólo quedaron las deterioradas esperanzas y más deudas. Además, los convenios acordados en 1999 en el Ministerio de Trabajo debido a viejos incumplimientos “tampoco fueron respetados”, afirmó una de las empleadas. Como consecuencia, los 20 médicos que integran el plantel del sanatorio iniciaron un juicio por defraudación y estafa a la sociedad anónima.
Una segunda consecuencia de la ida de los últimos dueños fue el proceso de reorganización de los trabajadores. “Fueron varios meses de charlas y reuniones. Pero todos estuvimos de acuerdo en poner en marcha la cooperativa”, manifestó Bagnalasta. De todos modos, durante la reorganización, el sanatorio nunca cerró del todo: “Atendíamos como podíamos para no perder la totalidad de los pacientes”, reseñó la delegada. Ahora, “estamos en plenas tratativas con las obras sociales y las empresas de servicios públicos para poder trabajar normalmente”, explicó una de las recepcionistas de la clínica. Mientras, los trabajadores “estamos sin cobrar, hasta que la misma cantidad de gente que se atendía acá vuelva y podamos tener un volumen de ganancias”, amplió Bagnalasta. Para eso, detalló que “apelamos al boca a boca, aunque también estamos planeando una campaña de promoción”. La idea de la cooperativa es realizar mensualmente un control de los ingresos y repartir con un criterio “igualitario” el dinero.
La puesta en marcha de la recuperación de la clínica fue apoyada por la Asamblea Nacional de Trabajadores, desde donde aseguran que “continuarán apoyando las medidas tomadas” por los empleados del sanatorio. Además del pedido del subsidio, los trabajadores estudian la posibilidad de presentar un plan de trabajo al gobierno provincial para normalizar totalmente su situación. “Nuestra principal intención es trabajar. Si alguien viniera a hacerse cargo de nuestra situación, pagara los sueldos y tuviera en cuenta nuestros derechos, lo tomaríamos en cuenta. Pero hoy, la única posibilidad de continuar con nuestra fuente de trabajo es a través de la autogestión”, concluyó la delegada.

Informe: Maricel Seeger.

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La clínica tiene 45 camas, 10 consultorios, laboratorio, sala de radiología y terapia intensiva.
 
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