EL PAíS › LA LEGISLATURA BONAERENSE RECORTO EL 2X1 A QUIEN TIENE SENTENCIA
Un asesino de Cabezas en las malas
Se trata de José Luis Auge. Pretendía que le computasen el beneficio a pesar de que en el juicio oral fue condenado. Un informe del Servicio Penitenciario lo perjudica. Los alcances de la ley que fue reformada.
Por Raúl Kollmann
El Servicio Penitenciario Bonaerense emitió un dictamen en el cual considera “peligroso” a José Luis Auge uno de los integrantes de la banda, conocida como Los Horneros que participó del asesinato de José Luis Cabezas. En virtud de ese dictamen, la Cámara de Apelaciones de Dolores se disponía anoche a rechazar el pedido de libertad de Auge. El hornero fue condenado a 18 años de prisión, pero transcurridos siete años tras las rejas, el abogado del homicida sostuvo que los cálculos que establece la ley del dos por uno le permiten salir en libertad esta misma semana. Ayer, la Legislatura bonaerense votó, con años de demora, un recorte razonable a la aplicación de esa ley por cuanto se establece que no se puede computar doble el tiempo que está en prisión una persona condenada en un juicio oral y que sigue presentando recursos extraordinarios.
El mes pasado, el presidente Néstor Kirchner, el ministro Gustavo Beliz y la familia Cabezas pusieron en marcha una ofensiva para impedir la libertad de Auge, uno de los cuatro ladrones del barrio platense de Los Hornos que fueron contratados por policías bonaerenses para participar del asesinato del fotógrafo. Los cuatro ladrones y el oficial Gustavo Prellezo secuestraron a Cabezas frente a su casa en Pinamar, lo llevaron esposado hasta una cava, le pegaron dos tiros en la nuca y luego quemaron su cuerpo. Auge recibió una condena algo menor porque, según declararon sus compinches, sí estuvo en el secuestro pero después estaba muy ebrio y muy drogado por lo cual no se bajó del auto en la cava y, por lo tanto, no participó del homicidio ni ayudó a quemar el cuerpo.
La ley del dos por uno buscó en su momento reparar el hecho de que muchos acusados de delitos permanecían en prisión durante años y años sin tener ni proceso ni condena. Por ello se fijó un tiempo razonable para un proceso –dos años– en el cual el acusado debía ser condenado o sobreseído. A partir de esos dos años, cada año pasado en prisión se computaba doble. Hay antecedentes de que la Suprema Corte bonaerense consideró de aplicación la ley del dos por uno aun cuando el imputado hubiera sido condenado en un juicio oral, pero que mediante distintas apelaciones y recursos todavía no se hubiera llegado a una condena firme. Ayer, la Legislatura modificó un artículo del Código Procesal Penal bonaerense y restringió los alcances de la ley del dos por uno: a partir de ahora, no se podrá computar doble el tiempo de detención mientras un condenado en juicio oral tramite recursos extraordinarios ante las Cámaras de Apelación o Casación.
“Esa ley no fue creada en beneficio de condenados, sino para terminar con detenciones arbitrarias y para que existan pronunciamientos firmes –opinó la titular del Senado provincial, la vicegobernadora Graciela Giannettasio–. Lo que hicimos fue dictar una norma que le permite al imputado seguir impulsando recursos, pero no para beneficiarse con el cómputo del dos por uno.” Más de un jurista ha señalado que después del pronunciamiento de un tribunal oral ya no se puede seguir considerando al acusado como un inocente en espera de una sentencia, por lo que aparece como razonable que en ese período no se compute cada año como doble.
Pese a que lo votado ayer estuvo explícitamente orientado a evitar la salida en libertad de Auge, la polémica está instalada porque según el propio ministro de Justicia bonaerense, Eduardo Di Rocco, la norma no sería aplicable al hornero porque “rige el principio de la ley más benigna para el procesado”, mientras que otros juristas mencionan que la norma votada ayer no puede tener aplicación retroactiva. No obstante, hasta el momento han existido interpretaciones muy bien fundamentadas de jueces que efectivamente limitaron el dos por uno cuando existió una sentencia de un tribunal oral. Es casi seguro que la Cámara de Dolores se inclinará por ese tipo de interpretación y rechazará el pedido de libertad presentado por el abogado de Auge, Juan Martín Cerolini.
El otro elemento que va a pesar en la evaluación del caso Auge es el dictamen del Servicio Penitenciario. “La Junta de Calificaciones realizó un informe pormenorizado en el que hace una distinción entre la conducta del homicida dentro de la cárcel donde está alojado y lo que podría ocurrir si obtuviera la libertad. La apreciación de ese informe es que Auge no está en condiciones psicológicas de salir”, explicó el ministro Di Rocco. El abogado del homicida le remarcó a Página/12 que desde que ingresó a la cárcel, Auge está en el pabellón evangelista y que no ha tenido sanciones de ningún tipo. “No sé por qué lo consideran peligroso, pero la semana próxima vamos a pedir un peritaje de la Corte Suprema de Justicia”, adelantó Cerolini.
En los tribunales de Dolores dan por hecho que, sobre la base de la interpretación razonable del dos por uno y el informe del Servicio Penitenciario, la Cámara rechazará el pedido de libertad. Sin embargo, después vendrá la apelación a la Cámara de Casación, el tribunal que rebajó la condena de Auge en noviembre pasado. En el juicio oral, los jueces lo condenaron a prisión perpetua, pero luego la Casación redujo esa pena a 18 años y eso es lo que verdaderamente le permitió al abogado del hornero intentar ahora conseguir la libertad. Habrá que ver si Casación le otorga o no la libertad condicional, aunque es indudable que tardará bastante en pronunciarse. Una de las irregularidades más graves de la causa Cabezas fue justamente que Casación tardó nada menos que tres años en convocar a una audiencia de apelación y casi cuatro años en pronunciarse sobre esa apelación, algo que muchos consideraron un escándalo judicial de proporciones.