SOCIEDAD › PRESENTARON EN ESPAÑA MAS DE 1200 APOSTASIAS
Renuncia de gays a la Iglesia
Representantes del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) entregaron ayer en el Arzobispado de Madrid más de 1200 apostasías, por las que renuncian a la fe católica y exigen la inmediata cancelación de sus datos personales de los órganos o personas jurídicas de la Iglesia Católica. La respuesta desde el Vaticano no se hizo esperar: “La persona que recibe el bautismo es católico para toda la vida: podrá renunciar, pero ya lleva el catolicismo en el ADN”.
Con la entrega de las 1261 renuncias –en su mayoría, de gays y lesbianas españoles– concluyó una campaña de junta de firmas iniciada hace tres meses en Madrid por la Comisión de Derechos Humanos de Cogam para reivindicar que la Iglesia Católica “deje de meterse en cuestiones de política nacional”, “deje de interferir en la sociedad laica” y “se manifieste en torno al número de católicos que considera que hay en España”. Fue una respuesta a la oposición manifestada por la Iglesia a la decisión del gobierno de reglamentar las uniones civiles de gays y lesbianas.
El presidente de Cogam, Arnaldo Gancedo, advirtió a la jerarquía de la Iglesia que “si se van a movilizar, como están intentando amenazarnos, y van a convocar a los sectores más reaccionarios a semejanza de lo que pasó en Francia, nos van a tener de frente”.
El Arzobispado dispone ahora de 10 días para responder a las apostasías presentadas y “borrar” de la Iglesia a los firmantes, explicó Gancedo. Si no ocurre así, amenazó, “denunciaremos que la Iglesia Católica incumple la Ley Orgánica de Protección de Datos de 1999” y “hablaremos de una institución nada clara y que vende humo, si reitera que no dispone de registros de bautismo y otros sacramentos”.
Gancedo precisó que esta iniciativa “no es un ataque a los católicos sino a las altas jerarquías de la Iglesia, a excepción de monseñor Carlos Amigo, arzobispo de Sevilla, quien se ha mostrado a favor de legislar los derechos de gays y lesbianas”.
La primera de las apostasías selladas en el Registro fue la del concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Zerolo, quien mostró su apoyo a esta iniciativa “por convicción” y porque “no quiero pertenecer a una organización que está machacando a diario a gays, lesbianas y transexuales”.
Tras acusar a la jerarquía de la Iglesia Católica de “utilizar sus registros en beneficio propio, pedir subvenciones y seguir argumentando que es la religión más importante de este país”, Zerolo consideró “impresentable la bronca pública de un jefe de Estado como es Juan Pablo II a nuestro embajador (en Roma) por el hecho de que el gobierno vaya a legislar a favor de los derechos de gays, lesbianas y transexuales”.
Por su parte, el coordinador de la Comisión de Derechos Humanos de Cogam, Fernando García Pallás, criticó “la posición homófoba” que mantiene la Iglesia Católica en sus textos, doctrinas y práctica habitual; “su abierto machismo, su clasismo y su oposición al uso de preservativos cuando hay 38 millones de personas infectadas por sida”.