SOCIEDAD › UN EX POLICIA PRESO POR EL TAXISTA MUERTO EN LANUS
Otro robo con la pista azul
Tres días después de la concentración de vecinos frente a la comisaría 1ª de Lanús, la Justicia detuvo a un ex policía de la Bonaerense como presunto autor material del crimen del taxista Miguel Pérez, el hombre de 40 años que murió de un balazo en el cuello mientras hacía cola en una sucursal del Correo Argentino ubicada en la localidad de Gerli. De acuerdo con los datos policiales, el cabo de la Bonaerense había sido exonerado de la fuerza en 1996. No trascendieron sus datos personales ni las razones de la exoneración. Entró al correo vestido de policía, con un cómplice, y un arma calibre 9 mm con el que habría efectuado el disparo. Además de él, otras dos personas quedaron detenidas.
La noticia de la detención llegó velozmente a oídos de la mujer de Miguel, Marcela Moyoni, y de sus amigos. El jueves a la madrugada se acercaron a la comisaría 1ª cuando la policía trasladaba a los tres detenidos. “¿Este es el asesino?”, preguntó un hombre, quien inmediatamente se abalanzó con otros familiares sobre el detenido. La arremetida terminó recién cuando los policías de la comisaría separaron a los amigos y familiares, y se llevaron al detenido hasta el calabozo.
“Casi los linchan, los esperaron para reventarlos”, le dijo a Página/12 uno de los que formó parte de esa suerte de comité de vecinos autoconvocados que el lunes pasado se plantaron frente a la comisaría del barrio para pedir el avance de la investigación. En ese momento ya sospechaban que entre los ladrones había un policía. “¡Si ellos son los fabricantes de chorros!”, decía Juan ese día desde uno de los extremos de la concentración. Los tres detenidos quedaron a disposición de la fiscalía de Oscar Acevedo, de Lomas de Zamora, a cargo de la investigación.
Hasta el lunes, los investigadores no tenían siquiera el identikit de las dos personas que se llevaron mil pesos del local del correo el jueves 1º de julio. Los únicos tres empleados de la empresa que presenciaron el robo no habían declarado. Primero no lo hicieron porque estaban bajo estado de shock, después porque –según fuentes policiales– no se atrevieron.
Entre el martes y el miércoles, la investigación dio con un testigo clave que aportó los datos fisonómicos para identificarlos. Se trata de uno de los tres clientes del correo que estaban en el momento del robo. Una de las dos mujeres presentes en ese momento se presentó después de que la familia de Miguel pidiera “que aparezcan los testigos” ante los medios de comunicación.
Con sus datos, la fiscalía ordenó cuatro allanamientos para localizar a los dos sospechosos y a una mujer, presuntamente todos integrantes de la banda. Hubo allanamientos en Ingeniero Budge, Villa Barceló y la Villa Obrera, del partido de Lanús. De la pesquisa participaron patrullas y efectivos de las comisarías 1ª, 7ª, 8ª y 10ª de Lanús. De acuerdo con la investigación, los dos hombres detenidos serían los que entraron al local del correo. La mujer, en cambio, sería la persona que los esperaba afuera, en un Renault 12 anaranjado con el que terminaron fugándose. La policía no encontró la pistola nueve milímetros que se usó en el correo, aunque secuestró una escopeta.