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Miles de personas comenzaron ayer el éxodo hacia los distintos puntos turísticos del país por el fin de semana largo y las vacaciones de invierno, que comienzan el lunes en la provincia de Buenos Aires. A última hora de ayer, los que salían desde la metrópoli se aglutinaban en la terminal de ómnibus de Retiro, donde la Comisión Nacional de Regulación de Trasporte montó un operativo de control en la entrada y salida de micros. Según voceros del organismo, durante las inspecciones se fiscalizaba el trato a pasajeros, especialmente a personas con algún tipo de discapacidad.
En la terminal, una multitud esperaba ansiosa la partida de los ómnibus para iniciar las vacaciones, que este año en 18 provincias coincidió con un feriado prolongado. La mayoría tenía como destino la costa atlántica, aunque muchos eligieron otros destinos como Bariloche o Iguazú.
Las inspecciones en la terminal, que apuntaron especialmente al cumplimiento de los horarios de descanso de los choferes, fueron encabezadas por la secretaria de Trabajo, Noemí Rial. La funcionaria indicó que los operativos “se iniciaron el año pasado para la temporada de verano y permitieron lograr una mejor prestación en los servicios”. El mayor incumplimiento que encontraron fue sobre las horas de descanso de los conductores. “Para esta época –dijo– el incremento turístico obliga a un mayor caudal de salidas y los choferes trabajan con muy pocas horas de descanso.”