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“Yo siempre digo que es como una botella de Coca que adentro tiene Seven Up. Mi cuerpo es la botella y yo soy la Seven Up”. Labios y uñas pintadas, las piernas cruzadas, pulseras y tres anillos. Nati estaba producida como una chica se produce para un baile de 15. Pero Nati estaba frente a las cámaras en un set de televisión, acompañada por su madre, y exponiendo su verdad a todo el mundo. La chica de Villa Dolores, que a través de sus padres reclama ante la Justicia el derecho a adecuar su cuerpo a su identidad sexual, describió el momento en que reveló sus deseos, la forma en que la apoyó su familia, las dificultades que enfrentó y enfrenta en el pueblo donde vive. Su madre, que en todo momento habló de Nati como “mi hija”, aseguró que sólo tiene dos amigas que la apoyan y pidió que los padres tengan mayor sensibilidad hacia lo que sienten sus hijos.
De espaldas a la cámara, que avanzó sobre su perfil, Nati sostuvo durante casi una hora las preguntas que Santo Biasatti le hizo en su programa Otro tema, en TN. A su derecha, se ubicaba su madre, que desde que el caso saltó a la opinión pública lleva el seudónimo de Alicia.
“Hicimos público el caso por un motivo humano y para dar información –dijo Alicia–. Seguí lo que habían publicado los diarios no para controlar sino para saber, y observé bastante desinformación, incongruencias, diferencias de opiniones”.
“Siempre hay un grupo que me agrede –describió Nati–. No en forma directa, pero escucho las risas. Me ven como un bicho raro. Así no se puede vivir. Por eso busqué un cole nuevo, porque en el cole anterior no podía seguir. En ese cole nuevo, los primeros días los pasé desapercibida entre todos, pero llegó el chimento, es una ciudad muy chica y se enteraron”.
Durante la audición, a Nati no le faltaron gestos femeninos. Se llevaba la mano al pecho para hablar, gesto que la cámara aprovechaba para detallar en sus anillos y pulseras, mientras su voz se escuchaba nítidamente femenina. “Siempre me vieron como si fuera un chico distinto. Desde los 6 años estoy en tratamiento psicológico”, recordó la joven.
Según relató la madre, una tarde de marzo, cuando Nati tenía 13 años y regresó del colegio “tenía los ojos muy tristes”. “Ese día había perdido la esperanza de todo –agregó Nati–. Tenía miedo de decirles a mis padres que yo era una mujer. Ese día tomé pastillas. Pero no me pasó nada, solamente me hicieron dormir. A la tarde los reuní a mis padres en mi pieza. Yo sentía que tenía que dar a luz lo que yo era y no me atrevía. Lloraba y lloraba y lloraba y no me atrevía. Entonces, mi papá se dio cuenta porque dijo ‘yo sé lo que es, es un tema sexual lo que te pasa, ¿no? No te sentís varón’, me dijo. ‘Sí, no quiero más este cuerpo que no me corresponde’, les decía”.
Alicia reconoció que en ese momento “quedamos perplejos. Después empezamos a entender que sí, que Nati es una mujer. Se notaba en como hablaba. Y, además, yo siento como mamá que es una mujer. Entonces, nos dijo ‘quiero que me llamen Nati’, buscó una hermosa ropa de noche, se maquilló y vino. Se lo dedicó al padre porque fue a él y le preguntó ‘¿cómo me ves, papá?’”.
Durante toda la emisión, Nati mantuvo una notoria tranquilidad en pleno set, durante la emisión que la tenía como centro de la escena, mostrándose por completo olvidada de la presencia de las cámaras.
“Las personas confunden la identidad sexual con la orientación sexual –aseguró Nati asumiendo una posición crítica–. Mi identidad sexual es la de una mujer; pero mi orientación sexual es la heterosexualidad. No me gustan los homosexuales. No es que esté en contra de ellos, pero no estoy de acuerdo, no me gustan los hombres gay. A mí me gustan los machos”.
Por un rato, también se mostró indulgente. “A la sociedad la entiendo, pero no estoy de acuerdo. Muchos dicen que voy contra la naturaleza, pero la naturaleza es lo que uno lleva dentro y es lo que forma a las personas. Vine con un envase de Coca-Cola pero que venía con Seven Up. Mi cuerpo es el envase, y yo soy la Seven Up. Siempre uso ese ejemplo para explicar lo que me pasa”, y aseguró: “La sociedad castiga lo diferente. Los padres tienen que ser padres para todo. En mi caso, tuve padres que me apoyaron. Pero no siempre es así. Yo digo que si aman a sus hijos tienen que aceptarlos como son”.