Los plazos para la beatificación de Juan Pablo II corren viento en popa: una oportuna monja francesa, que dijo haberse curado el mal de Parkinson tras rezarle a Karol Wojtyla, aceleró los tiempos, aunque los vericuetos procesales –previstos para casos menos urgentes que el del último Papa– impedirían llegar a convertirlo en santo para el aniversario de su muerte, el 2 de abril.

El encargado de la beatificación de Juan Pablo II dijo ayer que la curación “inexplicable” de la religiosa sólo puede explicarse por un “milagro” que habría cumplido el fallecido Karol Wojtyla.

Sin embargo, será necesario un cierto tiempo para elevar al honor de los altares a Wojtyla porque el proceso para su beatificación está en la fase diocesana y no llegará a cerrarse para el aniversario de su muerte. “Materialmente es imposible, por motivos técnicos, cerrar el procedimiento para el 2 de abril”, declaró Oder.

“En este momento estamos en el pleno de la investigación diocesana. La recolección de los documentos y escuchar a los testigos exige aún algunos meses, estamos reuniendo la materia prima”, indició.

Para llegar a la santidad es necesario un segundo milagro, tras el primero que permite llegar a la beatificación.