SOCIEDAD
PUENTE
A un mes de la caída del puente sobre el río Seco, en el norte de Salta, desde hace tres días el tránsito comenzó a circular por períodos limitados a través de un vado construido sobre la Ruta Nacional 34. A eso ayudó la ausencia de lluvias, que disminuyó el caudal del río. La falta del puente mantiene aisladas desde el 31 de diciembre pasado a unas 200 mil personas de los departamentos de San Martín y Rivadavia. En la Dirección de Vialidad de la Nación estiman que el puente Bailey estaría instalado el 11 de febrero, con lo que el tránsito volvería a la normalidad. Por el momento el paso está habilitado para vehículos por el vado y para peatones por un puente ferroviario en el que hay que caminar cerca de un kilómetro entre los rieles.