La última presentación pública de los padres de Ariel Malvino, el joven asesinado el 19 de enero pasado en el balneario brasileño de Ferrugem, tuvo consecuencias para la investigación del caso. Así, tres jóvenes que dicen ser testigos presenciales del hecho solicitaron declarar sobre lo que sucedió la noche del asesinato. Por otra parte, el conjuez correntino Andrés Vigay rechazó la presentación de dos de los posibles implicados en el crimen, quienes querían relatar su versión de lo sucedido, porque ese trámite “sólo podrán cumplirlo ante los tribunales de Brasil”.

Los nuevos testigos “pidieron declarar luego de haber visto a los padres de Ariel en la conferencia de prensa del lunes pasado, en la cual solicitaron a todos los que vieron algo que se presenten a testimoniar”, señaló el abogado de la familia Malvino, Juan Carlos García Dietze.

Según el letrado, las nuevas declaraciones coinciden “en la mecánica de los hechos” con las que ya figuran en el expediente. También explicó que estos testigos podrían aportar “nuevos elementos de cómo comenzó esa pelea de la que Ariel fue ajeno” y que finalizó con su muerte.

“Los padres, los colegas del derecho y los jóvenes están formando un trípode para tomar la decisión de aportar lo suyo para que se haga Justicia. Y esto habla muy bien de nosotros como sociedad”, consideró García Dietze. “Incluso, uno de los testigos, una chica del interior, se contactó con el abogado de su familia que les dijo que se dirigiera a nosotros”, se esperanzó.

En una nueva instancia judicial, el juez federal subrogante Andrés Vigay rechazó la presentación realizada por Germán Braillard Poccard y Francisco Méndez en relación con su presunta vinculación con la muerte de Malvino, por considerar que no existe una causa en Corrientes que amerite su intervención. El magistrado consideró que “no existe en el país una vinculación oficial con la causa que se instruye en territorio brasileño”. La misma opinión había tenido el fiscal Flavio Ferrini, para quien la presentación de ambos no era viable en los tribunales correntinos debido a que allí no existe ninguna causa vinculada con ese pedido.

La intención de Braillard Poccard y Méndez, representados por los abogados José Scelzi y Ricardo Harvey, era que Vigay se declarara competente ante una eventual acusación en su contra y que además reclamara a la Justicia brasileña precisiones acerca de informaciones periodísticas que los relacionaba con el asesinato de Malvino. De ese modo, los dos se desvincularían de la investigación iniciada por los tribunales de Santa Catarina.

En cambio, para Vigay, lo indicado es que el juez con competencia en el escenario del crimen tome la decisión de interrogar o detener a los sospechosos, disposiciones que podrían cumplirse en la Argentina sólo cuando llegue el exhorto pidiendo la intervención de un juez local.