Seis militares argentinos murieron ayer al estrellarse el avión en que viajaban, a unos 20 kilómetros de la ciudad boliviana de La Paz, luego de que la aeronave despegara para emprender el regreso hacia la Argentina, en un viaje oficial de ayuda humanitaria. El miércoles, en ese avión había viajado el ministro de Salud, Ginés González García. Ayer cambió de aparato a último momento porque su partida estaba demorada, justamente, por problemas técnicos.

La Fuerza Aérea Argentina precisó que el avión Learjet Tango 21 logró levantar vuelo a las 16.27 hora argentina en el aeropuerto militar de El Alto, pero a los cinco minutos no pudo mantener la altura, se estrelló y estalló en tierra, lo que provocó la muerte inmediata de los seis tripulantes.

Debido al accidente, el presidente Néstor Kirchner decretó anoche duelo nacional por tres días. Desde el Gobierno se aclaró, además, que la aeronave siniestrada no forma parte de la flota presidencial.

El avión era piloteado por el capitán Fernando Franco y el teniente Matías Monetti, en tanto los suboficiales Javier Brondi, Jorge Peralta, Adminio Enríquez y el principal Juan Otero completaban la tripulación.

La aeronave T-21 LJ-35, matrícula FAA-046, perteneciente a la II Brigada Aérea con asiento en Paraná, viajó el miércoles a La Paz para entregar medicamentos y prestar ayuda médica. La Fuerza Aérea confirmó que el accidente se produjo en el momento posterior al despegue de la aeronave, que debía realizar escalas intermedias con destino final a la ciudad de Paraná, en Entre Ríos.

Pero al decolar, con primer destino hacia el aeropuerto internacional de Viru Viru, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, al Este de Bolivia, la nave se precipitó a tierra, en la localidad de Kallutaka, cerca de Laja, a 10 kilómetros de distancia de la zona de despegue.

Peritos de la Junta Investigadora de Accidentes de la Fuerza Aérea viajaron hacia el lugar del siniestro, para determinar las causas que provocaron la caída del avión, que había retrasado su partida por inconvenientes técnicos.

El coronel Johnny Vera, de la Fuerza Aérea Boliviana, informó desde el vecino país que “el avión se ha desintegrado por completo en un área de 2 kilómetros”, donde quedaron diseminadas las partes. La aeronave había participado de una misión que llevó a Bolivia equipos médicos de última generación y nueve toneladas de medicamentos y de la que participaron varios funcionarios argentinos.