Un taller textil clandestino ubicado en el barrio porteño de Boedo fue clausurado ayer al mediodía, tras comprobarse que en ese lugar vivían y trabajaban en condiciones infrahumanas 21 ciudadanos peruanos, hombres y mujeres, todos mayores de edad. Al ingresar al lugar, ubicado en la Maza 1111, los policías e inspectores constataron que el taller funcionaba en la planta baja del edificio. El primer subsuelo, donde antes funcionaba un frigorífico, estaba destinado a dormitorio para los trabajadores. En el lugar había unas treinta máquinas de coser y prendas a medio terminar.