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Mientras continúan apareciendo casos de animales extrañamente mutilados –ayer se conoció uno en la localidad mendocina de General Alvear–, las explicaciones sobre el origen del fenómeno dividen las aguas científicas. Hace una semana, el Senasa explicó oficialmente, basado en un informe de la Universidad del Centro, que los cortes habían sido “intencionales” y no hechos por animales predadores. Ahora, otros investigadores de esa misma universidad pusieron en duda el primer estudio. En tanto, el titular del Senasa, Bernardo Cané, prefirió no hablar más del tema en público hasta tener los resultados completos de las investigaciones en marcha.
La Universidad Nacional del Centro y el INTA de Balcarce trabajaron sobre 13 casos, tres de los cuales eran “animales frescos”, es decir, que tenían pocos días de muertos. Con las últimas pruebas de laboratorio sobre esos casos, “se puede desmentir totalmente lo de los cortes, la piel no presenta lesiones de ningún instrumento quirúrgico y sí tiene rasgos de depredación”, contó a este diario Ernesto Odriozola, jefe del Servicio de Diagnóstico del INTA de Balcarce.
La descripción que se hizo de los animales encontrados fue correcta “pero solamente observando en el microscopio se puede corroborar si se debe a quemaduras”, explicó el especialista. En el caso de los animales con mayor tiempo de fallecidos, el tejido contraído y con un color distinto al normal puede ser producto de la exposición al clima.
“En los 13 casos existe el patrón de depredación como la hipótesis más confiable”, sostuvo Odriozola. La acción de varios animales como zorros, peludos o aves carroñeras habría sido la causante de la extracción de los diversos órganos, pero los científicos tratan de determinar qué animales cambiaron su modo de comportamiento de tal manera que provocaron las mutilaciones ya conocidas.
En el mismo sentido se pronuncia un trabajo elaborado por la Dirección de Recursos Naturales y el Colegio de Veterinarios de Río Negro, que estableció que dos vacunos hallados en la localidad de Guardia Mitre murieron por “una infección generalizada por una operación de castración” y fueron luego depredados por animales carroñeros que “a las pocas horas ya les habían desgarrado los ojos, el recto y el aparato genital”, según señaló Santos Ambosetto, director del área.
Para mantener firme la incertidumbre, en el departamento mendocino de General Alvear se encontró una vaca a la que se le habían extraído los músculos de la mandíbula y el ojo derecho. El director provincial de Ganadería, Carlos Iriarte, sostuvo que “hay un corte perfecto sobre los dos maxilares, ya que fueron arrancados con todo el músculo y el hueso quedó expuesto sin restos de fibras, que es lo que ocurre cuando actúa un animal carroñero que muerde o pica”.