La joven que recibió dos balazos en una confitería de Belgrano en marzo pasado, cuando tomaba un café con su novio, declaró ayer ante la Justicia, pero no pudo reconocer al hombre que le disparó. Sabrina Sangiao, una estudiante de 18 años, dijo sin embargo que está convencida de que por la similitud de los hechos podría ser el mismo que baleó a transeúntes y mató a Alfredo Marcenac el 6 de julio pasado. “Hubo testigos que lo vieron en sus características físicas generales, pero no le pudieron ver la cara –aseguró Sabrina–. Pero estoy segura de que es el mismo, porque los hechos fueron similares”, aseguró.

La jueza de instrucción en lo criminal porteña María Dolores Fontbona de Pombo recibió ayer la declaración testimonial de la chica y de su novio, Mariano García Tejera, de 23 años, quien tampoco pudo reconocer al agresor. El ataque, ocurrido en la confitería Balcarce, situada en la avenida Cramer y Juramento, el 2 de marzo pasado, es uno de los cuatro por los que se investiga a Ríos, quien además el viernes se tendrá que presentar ante la jueza, aunque fuentes cercanas a su defensa adelantaron que nuevamente se negará a ser indagado.

El principal elemento que vincula los cuatro hechos son las balas calibre .380, que según un informe de balística de la Policía Federal salieron de la misma pistola. Esa arma le fue secuestrada a Ríos cuando fue detenido. La jueza continuará mañana con el interrogatorio a testigos, y entre jueves y viernes podría ordenar una nueva ronda de reconocimiento sobre Ríos, hasta ahora único acusado. De esa nueva ronda participaría Pablo Jagoe, herido cuando estaba junto a Marcenac.