Alberto Fabián Salas fue condenado en 2001 a 17 años de cárcel por violar a dos mujeres y por una tentativa de robo calificado. Ahora, el Tribunal de Casación Penal bonaerense le redujo la pena a 14 años, tras evaluar como atenuante su perfil de “sátiro” y “psicópata”. Salas, hoy de 38 años, fue condenado por el abuso sexual de una mujer y una joven, en 1999, que fueron atacadas en sus propios departamentos y a las que el acusado obligó a lavar su ropa interior para luego robarles dinero y escapar. Por su parte, el fiscal de la causa no descarta apelar ante la Suprema Corte, porque “la psicopatía, como atenuante, es más bien un agravante”.

Los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués, de la Sala I del Tribunal de Casación, citaron, para tomar esta determinación, el antecedente del caso Fabián Tablado, el joven que asesinó a puñaladas a su novia Carolina Aló y argumentaron que debe tenerse en cuenta el perfil psicológico del imputado “al momento de merituar la pena” como “atenuante”. En disidencia se expresó el juez Carlos Natiello, quien sostuvo que los jueces de Casación no deben introducir “motivos que ni siquiera fueron expuestos por la defensa”, ya que ello “violenta el principio de bilateralidad e igualdad de armas entre las partes”, y “por la seguridad jurídica que debe imperar en el estado de derecho”.

Según los informes que evaluó la Sala I, el violador condenado “posee una alteración de la personalidad con rasgos psicopáticos perversos, con progresiva y creciente agresividad” y que “el trastorno de personalidad psicopática está asociado a un trastorno sexual sádico, con peligrosidad para sí y para terceros”. También afirmaron los peritos psiquiátricos que Salas “tiene comprometidos sus impulsos sexuales patológicos”, “una marcada desadaptación social”, “una falta de repercusión afectiva, con indicadores de agresividad y hostilidad”.

En tanto, el fiscal platense Marcelo Romero, que durante el juicio ejerció la representación del Ministerio Público y pidió para Salas una pena de 18 años, criticó la decisión adoptada por los magistrados. Romero afirmó que “los informes médicos psiquiátricos demostraron que el entonces imputado comprende, analiza y experimenta sus acciones, destacándose su falta de culpa y de arrepentimiento”.

“Es muy violento, comprende, dirige, planifica y actúa en consecuencia –aseveró–. En aquel momento entendí que la psicopatía era un agravante y si tuviera que decidir hoy diría lo mismo”, señaló el fiscal. Por su parte, su par de Casación, Carlos Altube, no descarta apelar ante la Suprema Corte de Justicia el fallo de la Sala bonaerense, coincidiendo con Romero en que la “psicopatía”, considerada atenuante para reducir en tres años su condena, “más bien es un agravante”.