El misterio volvió a cercar este lunes el asesinato de la pequeña modelo estadounidense Jon Benet, en 1996, cuando las autoridades de Boulder, Colorado (oeste), decidieron no procesar al maestro que había confesado su autoría porque no se encontraron pruebas suficientes. “El ADN asociado con la víctima en este caso no es el de John Mark Karr. La familia del señor Karr cooperó suministrando información que fue una evidencia circunstancial para determinar que el señor Karr pasó las Navidades con su familia en Atlanta, Georgia”, en el sudeste del país, indicó en un comunicado la fiscal encargada del caso, Mary Lacy.

El asesinato, descubierto el día después de la Navidad de 1996 cuando el cuerpo estrangulado de la niña de seis años fue encontrado en el sótano de su casa, tuvo lugar en Boulder, una pequeña ciudad del oeste de Estados Unidos, en el seno de una familia de clase alta.

La primera audiencia de Karr ante el tribunal, prevista para ayer, fue anulada y, de acuerdo con medios locales, el maestro de 41 años saldría pronto de la cárcel de alta seguridad donde se encuentra preso desde el jueves. La portavoz de la fiscalía de distrito, Carolyn French, indicó que hoy la fiscal Lacy realizará una conferencia de prensa donde dará a conocer todos los detalles que llevaron a este tribunal a desestimar a Karr como el sospechoso principal del crimen.

El abogado del maestro, Seth Temin, había hecho el anuncio poco antes que lo hiciera la fiscalía, al tiempo que lamentó “profundamente el hecho de que hayan traído a este hombre hasta aquí desde Tailandia sin una prueba forense que confirmara las sospechas sobre él, ni ninguna evidencia que apoyara la tesis de que él hizo algo erróneo”.

En la sede de la fiscalía de Boulder había un verdadero despliegue de medios, con decenas de antenas y camiones para la transmisión en directo vía satélite de los detalles del último episodio de este crimen que cubre con devoción la prensa desde que, a mediados de agosto, Karr admitiera ante la policía de Bangkok que estaba con la niña el día de su asesinato.

El maestro declaró entonces que amaba a Jon Benet y que su muerte el día después de la Navidad de 1996 había sido accidental. Fue entonces cuando se procedió a su deportación desde Bangkok a Los Angeles, el pasado 20 de agosto, en un vuelo comercial de la aerolínea Thai Airways en el que Karr viajó en clase ejecutiva, tomó champagne y habló con los tres oficiales federales que lo custodiaban durante el viaje de 15 horas.

A raíz de leyes interestatales sobre traslado de acusados, las autoridades federales tuvieron que realizar un breve proceso judicial para la extradición de California a Colorado, atendiendo un pedido de los fiscales de Boulder para acusar al maestro de “fugitivo de la Justicia” y proceder a su traslado.

Karr, quien según versiones de prensa habría hecho varias consultas para cambiar de sexo en Tailandia, trabajó como maestro escolar de escuelas internacionales en Bangkok. Desde el principio sus declaraciones fueron contradictorias y su ex esposa y su hermano indicaron tras su arresto que aquella Navidad de 1996 la habían pasado en familia, junto a sus tres hijos, en el este del país.

El caso del asesinato de Jon Benet apasionó por estos días a los medios de Estados Unidos, tal como sucedió tras el crimen hace casi 10 años, y desde hace dos semanas las revistas y cadenas de televisión no cesan de transmitir fotos y videos de esta niña de sonrisa resplandeciente.

En un momento de la investigación, los padres, John y Patsy Ramsey, figuraron como sospechosos aunque nunca fueron acusados, y la madre de la niña, que murió en junio de este año de cáncer de ovarios, sostuvo siempre que un intruso ingresó a la casa y mató a su hija y dejó como evidencia una carta de rescate.