Con el pedido del fiscal de la Cámara de Bell Ville para que el principal involucrado sea condenado a veinte años de cárcel, entró en su etapa final el juicio que se le sigue a un ex policía federal que regenteaba un prostíbulo donde menores de edad eran sometidas a vejámenes para obligarlas a prostituirse. El fiscal admitió que dos chicas también llevadas al juicio eran sometidas a la prostitución por el policía y estaban obligadas a su vez a ejercer violencia sobre una compañera, pero igual pidió una pena de tres años para ellas, a quienes acusó de “promoción a la prostitución calificada reiterada, privación ilegítima de la libertad y reducción a la servidumbre”.