Un ex integrante de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) fue detenido ayer en la localidad de Banfield, provincia de Buenos Aires, acusado de ser el autor material del crimen del presidente de la Asociación Médica de Bahía Blanca (AMBB), Felipe Glasman, ocurrido en agosto de 2002. Se trata de Guillermo Vicente Colman, de 44 años, quien fue detenido por efectivos de la División Delitos Complejos de la Bonaerense. Familiares y amigos de la víctima habían denunciado en su momento que el médico “fue asesinado por su lucha gremial a favor de los médicos y por sus continuas denuncias sobre funcionarios públicos que lucran con la salud”.

Colman salía de su casa en la localidad de Banfield, y cuando estaba a punto de subirse a su auto, un Chevrolet Corsa gris –aparentemente el mismo que utilizó el día del episodio–, fue apresado. Desde el Ministerio de Seguridad de la provincia informaron que el acusado no opuso resistencia a la detención. Colman perteneció a las filas de la Armada, donde se especializó en el uso de armas y municiones. Fue en 1975 cuando prestó servicio en la ESMA. Había estado fuera de Argentina ya que trabajaba como marino mercante.

El crimen fue en la noche del miércoles 28 de agosto de 2002. Felipe Glasman había salido de su consultorio de la calle Saavedra 335, en Bahía Blanca, a las 21.30, y fue a buscar su auto, estacionado a unos 80 metros del lugar. En ese momento, un hombre lo interceptó y le pegó dos balazos sin mediar palabra alguna. Ni los 1600 pesos ni el reloj del médico fueron objeto del robo. Sí el portafolio que Glasman llevaba consigo.

Ese mismo maletín apareció en el baúl de un Corsa interceptado el mismo día del crimen en Tres Arroyos. El conductor era Colman, pero inexplicablemente sólo estuvo demorado unos minutos.

El crimen había sido cometido delante de testigos, en un lugar céntrico y bien iluminado. Según algunos testigos, el homicida escapó en un Chevrolet Corsa gris metalizado, donde lo esperaba un cómplice. Esos mismos testigos fueron convocados ahora para reconocer por fotografías al presunto sicario que había sido identificado tras un paciente trabajo de investigación. En efecto, durante estos cuatro años, los investigadores buscaron al dueño del Chevrolet Corsa.

Durante veinte años, Glasman estuvo al frente de la Asociación Médica local. Sus familiares y amigos habían dicho que el profesional fue asesinado por “su lucha gremial a favor de los médicos, por sus denuncias contra las mafias que hacen negocios con la salud y los funcionarios corruptos que contratan desde puestos públicos a empresas a las que están vinculados”. El mismo día en que lo mataron, el médico acababa de firmar un convenio con el interventor del Pami para erradicar el cobro de plus por parte de los médicos a los jubilados que tenían esa cobertura. Esa puede ser la punta para decubrir a los que contrataron al asesino.