Sábado, 23 de septiembre de 2006 | Hoy
La causa por el incendio en Rhode Island en 2003, que provocó cien muertes y fue muy parecido al de Once, terminó con una condena a tres y cuatro años para los dos dueños del boliche.
Ocurrió en 2003 en Estados Unidos, en un episodio similar al que casi dos años después sucedería en Cromañón. El club nocturno The Station, ubicado en el estado de Rhode Island, estaba colmado de jóvenes sedientos de rock. Cuando el grupo de heavy metal Great White se preparaba para abrir el show con bengalas que adornarían la presentación, algo salió mal: el fuego de la pirotecnia se fue de control y en minutos quemó todo el boliche. Cien personas murieron y unas 200 recibieron heridas a causa del fuego y de los pisoteos y empujones de los más de 300 jóvenes que estaban en la disco. Tres años después, cuando el tribunal se preparaba para el juicio en el que serían condenados los dos hermanos dueños del boliche, se estimaba a unos 30 años, el juez del caso llegó a un acuerdo con los imputados, los Omar Chabán de Rhode Island: cuatro años de prisión para uno y tres de libertad condicional y 500 horas de servicio a la comunidad para el otro.
La decisión del magistrado llegó cuando se llevaba a cabo la selección del jurado que actuaría en el juicio, que aún no tenía fecha. El acuerdo entre el juez Francis J. Darigan y los responsables de la disco, los hermanos Michael y Jeffrey Deberian, no era el esperado por las familias de las víctimas del incendio. Michael Deberian recibió la condena más elevada, cuatro años de prisión en una cárcel de mínima seguridad. Su abogada, Kathleen Hagerty, explicó que “Michael tuvo una condena mayor que Jeffrey porque fue quien compró la espuma –para aislar el sonido– que ayudó al fuego a expandirse”.
Los dueños del club, ubicado en el municipio de West Warwick, estaban acusados del homicidio involuntario –homicidio culposo en Argentina– de 100 personas. El procurador general de la República, Patrick Lynch, quien se mostró en desacuerdo con la condena del juez Darigan, fue quien, al parecer, avisó a los familiares de las víctimas de que no habría juicio y sobre cuáles fueron las condenas para los hermanos que regenteaban el club nocturno. En febrero, Daniel Biechele, el manager de la banda, admitió ser el responsable de haber encendido la bengala y el magistrado lo condenó a cuatro años de prisión.
Ningún funcionario fue acusado por el episodio. Los familiares de los damnificados exigían que se imputara al jefe de bomberos porque, según acusaron, llegaron al lugar con “mucha demora, con sólo una dotación, y con dos hombres”. Por su parte, los hermanos Deberian alegaron que no son culpables, que se trató de un accidente, que no sabían que los aislantes no eran ignífugos y que además no sabían que la banda utilizaría fuegos artificiales en su presentación.
La noche del 20 de febrero de 2003, Great White estaba por comenzar el show con un juego de fuegos artificiales, en el pequeño escenario del boliche The Station. Pero las llamaradas lanzadas por las bengalas alcanzaron el techo y las paredes del lugar, que estaban cubiertas con elementos aislantes inflamables, y el fuego tomó toda la disco en sólo tres minutos. Cien personas murieron y 200 sufrieron heridas varias, como consecuencia de las llamas, el humo y las corridas.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.