“Sospecho que querían prender fuego mi casa, pero se equivocaron. Mi casita es esa celeste, qué culpa tiene la señora a la que le quemaron su casa”, acusaba Diosnel Pérez, uno de los referentes de las protestas iniciadas el jueves en la Villa 20, de Villa Lugano, y que ayer continuaron con una marcha hasta el estadio de Parque Roca que fue interrumpida por un incendio que afectó a cuatro casas de la villa. La marcha hacia el lugar en el que se juega la Copa Davis era para repudiar la represión policial del día previo y para exigir la urbanización del barrio. El fuego y las tareas para combatirlo causaron seis heridos.

Un grupo de vecinos de la Villa 20 volvió a reunirse en la mañana de ayer para pedir la construcción de viviendas en una villa colapsada por el déficit habitacional y ubicada frente a un predio que la Policía Federal utiliza para depositar automóviles. Esta vez, la manifestación que debía tomar forma en una marcha hacia el nuevo estadio también debía servir para denunciar la forma en que la misma policía desarticuló la manifestación del jueves. “Creemos que este incendio fue intencional y estaba dirigido a quienes nos movilizamos para conseguir la urbanización de la villa”, dijo Pérez.

Fueron seis las dotaciones de bomberos que acudieron a combatir el fuego y varias las ambulancias del SAME que se encargaron del traslado de los que sufrieron heridas y principios de asfixia al tratar de apagar las llamas. Entre los derivados a hospitales se encontraban una mujer que cayó de un techo mientras arrojaba agua sobre una de las casillas y otra que se desmayó al regresar de su trabajo y ver su casa hecha cenizas.

Para evitar la marcha, la policía había desplegado un vallado en el cruce de las avenidas Cruz y Escalada. El despliegue fue en vano, ya que el fuego paralizó la manifestación.

“Exigimos que el gobierno de la ciudad cumpla con el saneamiento de los terrenos, con el censo y con las medidas que tendría que haber iniciado treinta días después de la promulgación de la ley 1770, hace más de un año”, afirmó Pérez. “Con esta violencia no lograrán amedrentarnos”, señaló y adelantó que persistirán en sus reclamos porque en la reunión que mantuvieron con el presidente del Instituto de la Vivienda, Guillermo Freidín, no lograron conformar sus expectativas.